La guerra de Rusia contra Ucrania, el IPC y una crisis que ya venía de la covid desde el 2020, ha terminado certificando una subida de precios en los productos básicos que se ha puesto de relieve en tan sólo los dos últimos meses. Según la OCU, el aumento alcanza ya un 10% de media.
En una cafetería, ya puedes encontrar cómo te avisan de que el café con leche lo pagas, desde la última semana de este mes de abril, 10 céntimos más caro. De este modo, constatamos que en una cadena de este tipo de establecimientos, ha pasado de cobrarlo de 1,35€ a l'1,45€.
Pero también hay otros ejemplos que tampoco necesariamente van ligados a la compra de los productos básicos para el hogar. La leche en polvo para los bebés es un alimento de necesidad que las farmacias han hinchado hasta un 20% más de media. El mes de febrero, encontrábamos que la Pro NAN de Nestlé costaba 22,90€ y después del estallido de la guerra de Ucrania ha acabado subiéndose hasta llegar a los 26,95€. Una barbaridad. También se constata en los hornos de pan. La famosa barra italiana que acompaña las mesas durante los mediodías para acabar completando la comida, ahora cuesta 1,35€ y, hace cinco días y en el mismo establecimiento, lo marcaban a 1,10€.
Los pequeños ejemplos que los consumidores, incluso aquellos que no tenían la costumbre de repasar el ticket de compra cuando pagaban, ahora sí perciben cómo el incremento de precios empieza a marcar hitos históricos similares a las que se vivieron durante el año 2001 con el cambio del euro a la peseta. Según informa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el gasto medio en alimentación de los hogares catalanes y españoles podría ser este 2022, hasta unos 500 euros más que en los años anteriores.
Precios que pueden llegar a duplicarse
Las subidas más fuertes están en el aceite de oliva y girasol, donde puede llegar a duplicarse; pero también en la margarina, la pasta, los plátanos de Canarias o el salmón, estos hasta un 30%. La media final es que ahora pagamos prácticamente un 10% más por los productos que el pasado 2021. Según la OCU, las bajadas son residuales y se han detectado en el filete de cerdo y las cebollas como casos curiosos y, en menor medida, en ciertos productos de droguería. Tan sólo un 16% de los productos, ahora son ligeramente más económicos que anteriormente.
Afrontamos la crisis más fuerte desde la década de los 70
Un sobrecoste que viene a sumarse a los precios más elevados de suministros y combustibles, para provocar que cada vez sean más las familias que tienen dificultades para afrontar sus gastos cotidianos. El dato del IPC del pasado 28 de abril constata cómo el índice de precios al consumo continúa disparado. Podría haber tocado techo pero la incertidumbre de ir a peor es una realidad.
El mes de marzo, la subida interanual fue del 9,8% y la de abril, del 8,4%. Este dato hace falta acompañarlo del informe del Banco Mundial que advierte que estamos delante la crisis de productos básicos más grande de la historia desde la década de 1970 con la guerra del Yom Kipur. Ahora, se espera que los precios de la energía aumenten más del 50% en el 2022 antes de llegar a una ligera relajación para el 2023 y el 2024. Asimismo, se prevé que los precios no energéticos, incluidos los de los productos agrícolas y los metales, se incrementarán casi un 20%.
Comparativa de ofertas
Detallamos algunos de los precios que hemos comparado desde un folletín de ofertas de un mismo supermercado con el mismo producto y que dan una idea más clara sobre una advertencia que ya es una realidad. Comparativa de precios con tan sólo dos meses de diferencia de algunas compras que se promocionan como la oferta de la semana:
1 litro de aceite de oliva: febrero 2022: 3,59€ / abril 2022: 4,29€
1 litro de caldo de pollo: febrero 2022: 3,49 euros / abril 2022: 4,95€
Pack de cerveza de 4 latas de 33cl: febrero 2022: 3,25€ / abril 2022: 5,25€
Pizza congelada: febrero 2022: 3,69€ / abril 2022: 3,69€
Vino de la Rioja: febrero 2022: 3,29€ / abril 2022: 4,10€
Bolsa de patatas fritas: febrero 2022: 1,39€ / abril 2022: 2,35€
Los ganaderos, en pie de guerra
Por todo ello, el malestar es latente en el consumidor pero también en el productor, el distribuidor, el ganadero, el agricultor... Todos los que forman parte de la cadena. Uno de los sectores que más lo ha denunciado es el de la leche. Desde diciembre del 2021 a marzo de este año, el litro de leche ha pasado en los puntos de venta de los 79 a 84 céntimos, mientras el precio base que cobra el ganadero para producirlo tan sólo ha subido de 31,4 a 32,6 céntimos, según Agromuralla.
"En estos cuatro meses la leche ha subido un 6,46% en el supermercado y sólo un 4,04% al ganadero. Hay un 2% que no llega a nosotros", explica Miguel López, secretario general de la Unión de Consumidores de Galicia. De la misma manera que los países se están replanteando la no dependencia del gas ruso o reducir las conexiones con terceros para poder girar la rueda de la economía, también en la alimentación se quiere volver, en parte, a los orígenes. "Es fundamental avanzar hacia una soberanía alimentaria. En sólo tres meses hemos comprobado la gravedad de tener que depender de otros y no tener la capacidad de satisfacer nuestra demanda interna. Sabemos que por culpa de eso, algunos productos se han hinchado hasta un 200%", concluye López.
¿Y la marca blanca?
La marca blanca tampoco se escapa de esta subida. Los grandes supermercados siguen ofertando sus propios productos más económicos pero no tanto como antes. Un usuario se ha hecho muy famoso por hacer esta comparativa en los últimos tiempos y publicarlo a través de un bloc que ha sido compartido por portales especializados. Se llama 'Joan es mi pastor'. Y estos son algunos ejemplos de este tipo de productos.
Pan de molde: febrero 2022: 1,39€ / abril 2022: 1,55€
Una docena de rollos de papel de inodoro: febrero 2022: 4,30€ / abril 2022: 4,90€
Una docena de huevos talla L: febrero 2022: 1,65€ / abril 2022: 2,15€
Queso de cabra: febrero 2022: 2,70€ / abril 2022: 2,80€
Bolsa de barritas de merluza: febrero 2022: 2,70€ / abril 2022: 3€
Champú anticaspa: febrero 2022: 3,45€ / abril 2022: 3,80€
El crecimiento con tan poco tiempo es muy considerable. Pero para los nostálgicos, si ampliamos la óptica en el tiempo todavía nos escandalizamos más. Según un informe del Bankinter, en el 2001, la moneda de 1 euro pasó a equipararse con la de 100 pesetas, hecho que provocó un incremento de precios más de un 60% en unas semanas desde que el euro pasó a ser moneda de curso legal.
Desde entonces, las diferentes crisis económicas han generado una inflación que no ha hecho más que agravar la situación. Bankinter alerta de lo que todo el mundo teme: esta subida de precios no corresponde al salario medio. Mientras que el año 2000, el salario medio en el Estado español era de 1.493 euros mensuales sucios, actualmente llega a los 1.600 euros. Eso supone una subida del 7,16% en estas dos últimas décadas, muy lejos de lo que sube el tren de vida con los incrementos que refleja la cesta de la compra.