Algunos payeses de diferentes puntos de las comarcas de Ponent afectados por la sequía de los últimos meses han empezado a tirar la fruta al suelo porque, aseguran, no ha alcanzado las dimensiones aptas para ser comercializadas. Según el presidente del sindicato Asaja en Lleida, Pere Roqué, determinadas variedades de nectarina no han podido crecer lo suficiente para ser comercializadas después de estar más de 40 días sin recibir agua de riego. Además de la falta de lluvias, el cierre de los canales de Urgell y el Segarra-Garrigues ha sido una agravante de relevancia. En este sentido, Roqué pide al Departament d'Acció Climàtica de la Generalitat un incremento de la cantidad de 5.800 euros por hectárea para la retirada de la fruta en verde, ya que el trabajo de tirarla, asegura, tendrá un coste más elevado para los agricultores del que cubre este ayuda.
Para poder tirar la fruta al suelo, los payeses tienen que contratar igualmente personal y eso les supone un coste "elevado" que no ven compensado con la ayuda del Departament. Después de ver truncada la campaña de riego por la falta de reservas en los embalses de Rialb y Oliana, y ante la falta de lluvias, a muchas explotaciones de fruta de hueso que no han podido regar, no se han podido alcanzar unos tamaños comerciales, y por eso algunos campesinos han optado por tirar la fruta al suelo. La situación se está dando, sobre todo, entre productores de la parte final del canal principal de Urgell, en localidades como Puigverd de Lleida, Artesa de Lleida o Miralcamp y Torregrossa.
Tractorada en Madrid
Los payeses catalanes iniciaron a principio de este julio una marcha de tres días hacia Madrid para reclamar ayudas, ante la falta de concreción del Gobierno con el real decreto aprobado para hacer frente a la sequía. Decenas de tractores de toda Catalunya participaron en la protesta convocada ante el Ministerio de Agricultura. El coordinador nacional de Unió de Pagesos, Joan Caball, denunció que el sector del campesinado ha sufrido "el doble" la sequía —ya que ni ha llovido ni han podido regar tanto como querrían por las restricciones impuestas. "Puesto que hemos contribuido con nuestros impuestos y al mismo tiempo somos los que hemos sufrido más la sequía, queremos que se ofrezcan los apoyos para que no se quede nadie por el camino", señaló. Caball cargó contra el Ministerio de Agricultura, por su "poca celeridad" a la hora de canalizar las ayudas, y subrayó que el interinato del ejecutivo estatal ante las elecciones generales próximas "no es una excusa". "Pueden hacerlo a través de reales decretos-ley y podrían ponerlo en marcha. Tienen competencias hasta el último momento para poder sacar adelante los apoyos que necesitamos", argumentó.
Unió de Pagesos pidió al Ministerio ayudas directas, "lo más importante", al parecer de la asociación. La entidad quiere que Europa "movilice dinero" hacia la zona del Mediterráneo, ya que, según defienden, está siendo la más damnificada por la sequía. Por otra parte, desde el sindicato han reclamado también que se "flexibilice" la PAC (Política Agraria Común) porque prevén que "hay compromisos que no podremos cumplir porque no ha llovido lo suficiente y algunos cultivos han muerto". Aparte, también pidieron las condonaciones de las tarifas de autónomos "durante un tiempo prudente".
Dos años de sequía
Hace ya dos años que Catalunya sufre una grave sequía y los embalses están a un 30% de su capacidad, con un ligero repunte reciente por las lluvias de los últimos meses. Aun así, este miércoles el Gobierno advirtió que la situación es "preocupante" y que las reservas de agua siguen siendo escasas. Según explicó ayer la portavoz del Gobierno, Patrícia Plaja, gracias a las lluvias de los últimos meses "hemos podido alejar el escenario de emergencia, al menos hasta noviembre", aunque alertó de que "los días de más calor están por llegar". Plaja también instó a la ciudadanía a hacer "todos los esfuerzos necesarios" por seguir ahorrando toda el agua que se pueda: "Toda gota cuenta", concluyó.