La localidad de Paiporta, en el suroeste de la ciudad de València, ha sido una de las zonas más afectadas por la DANA que ha asolado este martes el País Valencià. El violento fenómeno meteorológico, los aguaceros y la posterior inundación han dejado al menos 45 muertos en este pequeño pueblo de 27.000 habitantes. La gran mayoría en el núcleo urbano, pero también seis ancianos de una residencia en las afueras del municipio. También dos guardias civiles. "Hay menores, jóvenes, personas mayores, familias, hay de todo", ha lamentado la alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, en declaraciones a la prensa.
🔴 Última hora de la DANA en València | Al menos 102 muertos por el temporal
"Según parece, buena parte de los muertos estaban intentando mover los coches", ha explicado la alcaldesa, que ha añadido que el agua entró en muchas plantas bajas donde residen personas mayores. El municipio de Paiporta, ha señalado Albalat, no está preparado para la lluvia, ya que hasta la fecha no había sufrido inundaciones y, por eso, hay mucha construcción de viviendas en plantas bajas.
La localidad valenciana estuvo ayer miércoles "incomunicada", apunta la alcaldesa, que ha señalado que no había agua, ni luz, no funcionaba "nada" y que se ha intentado abrir las vías de comunicación. Allí han estado trabajando la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencia, cuyos efectivos han dedicado sus esfuerzos principalmente a atender a los heridos, según las autoridades locales.
Entre los muertos debido a la DANA hay dos guardias civiles destinados a Paiporta, según ha informado en X la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). En el mismo mensaje informan también de la muerte de la pareja de un teniente de esta unidad policial. De momento, no existe confirmación oficial de estas muertes, que estarían incluidas en las 92 víctimas que por ahora se han contabilizado en la demarcación de València.
Vecinos de la localidad han explicado sus experiencias en las redes. "Fui al pueblo con lodo hasta las rodillas, oía en el silencio de la noche a gente gritando para buscar a sus seres queridos, gritando los nombres desesperados... [...] Olía a gasolina, todas las calles estaban llenas de gasolina. Una puta locura", decía un usuario paiportino en X.
Otro usuario buscaba desde ayer a una amiga suya, Lourdes García, de 34 años, a su marido y el bebé de ambos de tres meses, que habían "desaparecido" en Paiporta. Este jueves, sin embargo, el mismo usuario ha confirmado que Lourdes y la niña han muerto y que se lo ha hecho saber la policía. Les sorprendió la tormenta mientras iban en coche y el vehículo empezó a flotar con la acumulación de agua. Al intentar amarrarlo en algún sitio, él se separó del vehículo, mientras que la mujer y el bebé se quedaron dentro y se las llevó el agua, detalla la SER. "Descanse en paz, hoy hay dos ángeles más en el cielo. Gracias a todos", ha publicado el amigo que los buscaba.
La Generalitat mantiene activado desde anoche el Procedimiento de Múltiples Víctimas y a lo largo de toda la jornada se han ido sucediendo los levantamientos de cadáveres y su traslado hasta la Ciutat de la Justícia de València, donde se ha habilitado un espacio para recibirlos antes de las autopsias e identificaciones. Los rescates de personas llevados a cabo en esta jornada se cuentan por centenares, según los datos aportados por los distintos cuerpos que gestionan las emergencias, mientras que unas 1.200 personas siguen atrapadas en varios puntos de las autovías A-3 y el A-7, donde hay unos 5.000 vehículos bloqueados. Con respecto a los trenes, el metro de València está sin servicio y la conexión con Madrid estará suspendida durante días.
Aunque los efectos de las lluvias se han notado por toda la provincia, las zonas más afectadas se sitúan en los alrededores de Llíria (Xiva, Xest, Vilamarxant, Riba-roja y Loriguilla), de Requena (Utiel y Bunyol) y la comarca de Horta Sur (Alfafar, Benetússer, Paiporta, Torrent, Aldaia, Mislata y Xirivella). En los diferentes municipios se van contabilizando las víctimas mortales, mientras se suceden las muestras de pésame y solidaridad, que llegan desde todo el mundo, ante una tragedia que supera ya la cifra de víctimas de la riada de València de 1957.