El interés de los consumidores por acceder a una alimentación más saludable y de calidad es cada vez mayor, y ha llevado a una transformación en el mundo de la panadería, con una oferta de productos más variada que busca satisfacer la demanda de panes sabrosos y nutritivos.

En España se consumen una media de 27kg de pan al año por habitante. Se trata de un alimento tradicional y uno de los pilares de la dieta mediterránea, cuyo consumo mantenido a lo largo del tiempo se debe a que es una fuente importante de energía y accesible, aportando hidratos de carbono complejos, proteínas, vitaminas y minerales.

Sin embargo, este milenario alimento ha evolucionado mucho a lo largo de los años. Los consumidores buscan productos que no solo sean agradables al paladar, sino que también sean más digeribles, naturales y de buena calidad y, es por ello que las posibilidades ya no se reducen simplemente a la habitual barra de pan, sino que el abanico de variedades y categorías cada vez es más amplio.

Según los datos de Europastry, los panes nutritivos están ganando protagonismo entre los consumidores españoles, claro indicador de una tendencia hacia la vuelta a los orígenes, con recetas tradicionales y elaboraciones más sencillas y naturales, sin aditivos ni conservantes artificiales. Esta tendencia se alinea con el creciente interés por ingredientes de calidad y la búsqueda de productos que fomenten la salud, como el pan enriquecido con proteínas, que también está ganando popularidad.

Además, otra de las tendencias detectadas es el mayor interés por parte de los consumidores por opciones más sabrosas y con diferentes texturas, a la par que nutritivas, como son aquellas elaboradas con granos completos (opciones integrales), mediante fermentación natural o añadiendo semillas. Esta variedad no solo incluye el trigo, sino también otros cereales como la avena, la algarroba, la espelta o el centeno, entre otros, que ofrecen una mayor cantidad de fibra y nutrientes esenciales, adaptándose a diversas necesidades y preferencias.

La utilización de largos procesos de fermentación se presenta como una de las últimas innovaciones en el mundo del pan. Este proceso, que fue pionero en implementarlo Europastry, no solo mejora la textura y el sabor, sino que también facilita la digestión al descomponer mejor los compuestos del grano, utilizando también distintos tipos de masas madre lácticas o ácidas. Las hogazas o panes elaborados con esta técnica se están convirtiendo en una opción preferida, ya que responden a la demanda de productos que son tanto placenteros como fáciles de digerir.

Estas tendencias reflejan un cambio significativo en la forma en que los consumidores perciben la panadería, ya que, cada vez más, buscan valor en los ingredientes de sus productos y están atentos a ingredientes de interés en el etiquetado.

INNOVACIÓN

Todas estas tendencias no dejan de ser una respuesta del sector panadero a las demandas del consumidor y, para poder hacerlo, la innovación es un elemento clave. Un ejemplo de ello fue la introducción en el mercado del pan precocido congelado por parte de Europastry que, en los años 80, revolucionó el mundo de la panadería en España. Manteniendo la receta y elaboración tradicional, a partir de ingredientes naturales, permitió a los panaderos ampliar la gama de productos que ofrecían a sus clientes sin necesidad de realizar largas jornadas nocturnas. La clave: un producto disponible en cualquier momento gracias a su método de conservación, el frío.

Con esa flexibilidad para ofrecer una mayor variedad de productos, el mundo de la panadería es capaz de detectar y ofrecer panes adaptados a las nuevas tendencias y necesidades, mejorando la experiencia tanto para los consumidores como para los profesionales de la panadería. Así es el caso de Europastry, que a través de sus seis centros CEREAL (Center for Research Europastry Advanced Lab) en los que cuenta con más de 60 especialistas en innovación en panadería, estudia y analiza las principales tendencias para el desarrollo de nuevos productos. En 2023, invirtió más de 107 millones de euros en I+D y Tecnología, que le permitieron lanzar al mercado más de 480 nuevas referencias, además del desarrollo de más de 1.500 proyectos de I+D.