El pantano de Escales, ubicado sobre el río de la Noguera Ribagorzana (en la frontera entre Catalunya y Aragón) ha empezado a dejar ir agua para tener lugar para el deshielo. Un fenómeno que no tendría que ser sorprendente, pero que hacía cinco años que no ocurría por la larga sequía que arrastra el país. La falta de lluvias durante todo este tiempo había hecho que desde 2018 no hubiera sido necesario desembalsar el pantano. Ahora bien, las precipitaciones que durante las últimas semanas han ido regando el país han hecho que los embalses de buena parte del país se hayan ido llenando poco a poco, registrando cifras de capacidad que hacía mucho tiempo que no se veían. En el caso del pantano de Escales, ya se ha llegado al 94,65% de su totalidad, una gran proporción de los 145,623 hectómetros cúbicos que puede llegar a almacenar.

 

 

Esta realidad, añadida al pronóstico que el Pirineo empiece a deshelarse pronto con la llegada de las altas temperaturas y por lo tanto deje correr el agua montaña abajo, ha obligado a iniciar el desembalse. Según Endesa, actualmente se desembalsan 14 metros cúbicos por segundo y así se seguirá haciendo hasta el domingo. El agua que se suelta por las compuertas cae por un salto de unos 100 metros, y la impactante imagen del agua saltando la pueden ver todos los conductores que pasan por la N-230. Si bien el embalse se encuentra entre Catalunya y Aragón, la presa se encuentra en el municipio aragonés de Sopeira. El agua que se suelta río abajo va a parar a los pantanos de Canelles y Santa Anna, que se encuentran por debajo del de Escales. Esta agua servirá para abastecer el riego de la plana de Lleida, brindando una buena noticia a los campesinos de la región.

Siguiendo el ejemplo de Sant Antoni

No es la primera noticia de este tipo. Hace dos semanas, ya empezó a desembalsar el pantano de Sant Antoni, en el Pallars Jussà. El embalse había llegado al máximo de su capacidad, y se decidió que soltara agua a 60 metros cúbicos por segundo. Hacía más de 4 años que las compuertas del embalse no se abrían por este motivo. Este pantano, que se encuentra junto a Talarn, es la superficie de agua dulce en profundidad mayor de Catalunya y la tercera más extensa, de manera que la noticia fue muy bien recibida.

De hecho, las reservas de los pantanos del sistema Ter-Llobregat ya han superado el 30%, cinco puntos más que hace un año. La tendencia ascendente de los últimos días se confirmó este domingo pasado, cuando las reservas de agua en los cinco embalses del sistema que abastece el área metropolitana de Barcelona y parte de Girona han llegado a los 184,5 hectómetros cúbicos acumulados. Estos pantanos siguen recibiendo agua de las cabeceras y han ganado más de cinco hectómetros por término medio, en comparación con días atrás.