La decisión del Vaticano de bendecir las parejas del mismo sexo, dejando claro que no se equiparon a un matrimonio en los ojos de la Iglesia católica, cogió por sorpresa a la comunidad católica y a buena parte del mundo. Tanto es así que varios obispos o comunidades dentro de la Iglesia católica han intentado aguar la decisión o, directamente, lo han rechazado de forma frontal. En este contexto, el papa Francisco ha salido en defensa de la bendición de parejas homosexuales y ha apuntado que los que deploran esta decisión es porque han sacado "conclusiones feas" y no lo entienden.
"A veces las decisiones no se aceptan, pero en la mayoría de los casos, cuando no se aceptan, es porque no se entienden", ha señalado Francisco en las primeras declaraciones públicas al documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fiducia Supplicans, que abrió en diciembre la posibilidad de bendecir las parejas en situación "irregular", incluidas las del mismo sexo. "El peligro es que si alguna cosa no me gusta y lo pongo (la oposición) en mi corazón, me convierto en una resistencia y saco conclusiones feas", ha explicado al pontífice en un canal de la televisión italiana, según recopilación Europa Press.
El Papa responde a las críticas
El cambio en la Doctrina de la Fe ha provocado una avalancha de críticas en el mundo católico, hasta el punto que los obispos africanos en conjunto (menos los de Sudáfrica y Kenia) se han negado a aplicarlo en su continente. No han sido los únicos a poner el grito en el cielo, el prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Robert Sarah, ha llegado a acusar al papa Francisco de herejía. A la entrevista, el pontífice no ha entrado directamente a responder críticas individuales, pero ha reforzado su postura a favor de estas bendiciones.
"El Señor bendice todos, todos, los que vienen. A cada persona. Después la gente tiene que ver qué camino le propone el Señor. Pero hace falta llevarlos de la mano y ayudarlos a ir por este camino, no condenarlos desde el principio. Esta es la tarea pastoral de la Iglesia", ya sentenciado el Papa.
"En 54 años de sacerdote, solo una vez he negado el perdón: por la hipocresía de la persona", ha declarado. Además, el Papa ha remarcado que Dios "castiga para corregir, por amor," como "una madre y un padre que tienen más dolor en las manos que un niño detrás" si le dan un azote. "El Señor nunca se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón", ha añadido. En este sentido, ha destacado que el problema son los "corso endurecidos".