El 2022 es una fecha clave para los jesuitas, ya que es el Año Ignaciano. Esta, precisamente, es la orden del papa Francesc I, cosa que ha llevado a la autoridad suprema del Vaticano ha plantearse visitar Manresa, un sitio trascendental para esta congregación, ya que en este lugar, su fundador, Ignacio de Loyola, se pasó diez meses meditando y en ayunas. De esta experiencia, surgió la redacción de Ejercicios Espirituales, preceptos fundamentales para los jesuitas.
Así pues, el pontífice habría trasladado hoy su intención de visitar en el 2022 la capital del Bages a la cúpula de la Conferencia Episcopal Española con quien ha mantenido una reunión este sábado. Pero no sólo los obispos han hecho la petición a Francisco I para que en el 2022 visite Manresa, sino que también recibió este junio la invitación de una delegación liderada por el entonces alcalde de la ciudad, Valentí Junyent, y el primer teniente de alcalde, Marc Aloy (actual alcalde), quienes visitaron la Santa Sede para explicar al Papa los actos de conmemoración de los 500 años de la estancia de San Ignacio de Loyola en el Bages, según ha indicado Catalunya Religión.
No conoce Manresa
A la salida de la reunión con el pontífice, el arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, ha expuesto que le han insistido al Papa que visite España en el 2022, que no sólo es el Año Ignaciano, sino también el Santo Compostelano. "El Papa ha sonreído", ha resaltado Omella. Además, ha asegurado que al Papa le gustaría venir porque no conoce Manresa y "a un jesuita eso le llama".
Ahora bien, el arzobispo también ha apuntado que Francisco I tomará la decisión acuerdo en la evolución de la pandemia y su salud. "Con eso hemos quedado, ojalá, pueda venir", ha concluido Omella en declaraciones a la prensa a la salida de la reunión con el Papa.