Mejor que no camine. El papa Francisco ha aparecido por primera vez con una silla de ruedas, que ha utilizado este jueves para llegar al aula a Pablo VI en el Vaticano para la XXII Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG). El motivo por el cual ha asistido al acontecimiento en estas condiciones es el fuerte dolor que sufre en la rodilla derecha, que le ha impedido caminar para reunirse con los participantes. Así pues, ha llegado en una silla de ruedas empujada por uno de sus asistentes, tal como se ve en las imágenes que se han hecho del acto.
El dolor de rodilla no da tregua al papa Francisco, que este miércoles ha pedido disculpas por no poder saludar a los fieles en la audiencia general. Había afirmado que esperaba que el dolor le huyera pronto, pero no ha sido así. En la mencionada audiencia de este miércoles se vio el Pontífice argentino poniéndose de pie y caminando con enorme dificultad, con la ayuda de dos personas. Pero esta vez sí que ha podido saludar a las personas asistentes en la UISG, gracias al uso de la silla de ruedas.
Pruebas médicas y preocupación
Lo mismo reveló recientemente que el médico le había aconsejado que no caminara durante estos días, a la vez que explicó cómo próximamente tiene que recibir infiltraciones para mitigar el dolor. Si el mal no remite, algunos medios ya especulan con la posibilidad de que el Papa se someta a una operación quirúrgica. De hecho, los problemas de movilidad de Francisco preocupan a mucha gente ante los próximos viajes que tendrá que enfrentar: al Líbano, a mediados de junio; a la República Democrática del Congo, a principios de julio; o a Sudán del sur o Canadá a finales de este mes de mayo. Eso sí, el Pontífice se había visto lo bastante animado para reunirse con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en el marco de la guerra de Ucrania. Sin embargo, el jefe del Kremlin decidió evitar este encuentro.
La cuestión es que en las últimas semanas ha tenido que suspender su agenda durante algunos días para someterse a pruebas médicas. El problema en la rodilla lo obligó, incluso, a no poder oficiar algunos rituales durante la pasada Semana Santa. Al principio de abril, durante su viaje apostólico a Malta, no pudo bajar las escaleras del avión por primera vez y tuvo que recurrir a un elevador. Es por esto que se piensa en una operación si la situación no se resuelve, según algunos medios de comunicación.