El papa Francisco no quiere ser enterrado en el Vaticano. El pontífice ha dejado dispuestos personalmente los detalles de su funeral y la voluntad de que sus restos descansen en la basílica Santa María la Mayor, de Roma, donde ya se ha preparado la capilla escogida, que se encuentra en la nave izquierda, al lado del icono de la Virgen Salus Populi Romani, patrona de Roma, de la que es un firme devoto.

Este domingo cumple 87 años

En una entrevista en el canal mexicano N+, el papa Francisco acude frecuentemente para rezar ante la virgen, y también lo hace antes y después de cada viaje. "Porque es mi gran devoción. Antes, cuando venía a Roma, siempre iba allí el domingo por la mañana, me iba un rato. Sí que hay un vínculo muy grande", destacó al papa argentino. Según publica ABC, el pontífice, que este domingo 17 de diciembre cumplirá 87 años, ha visitado la basílica 115 veces en lo que va de pontificado.

La capilla era utilizada como almacén de candelabros hasta que este verano, con discreción, empezaron los trabajos para condicionar el lugar donde descansarán los restos del papa, y ya se encuentra todo preparado para cuando llegue el momento. El pontífice, sin embargo, no tiene ninguna prisa —bromeaba sobre el tema el domingo cuando dijo "sigo vivo"—, y en la entrevista en el canal mexicano aseguró que, después de haber pasado una bronquitis, "me siento bien, me siento mejorado. A veces me dicen que soy imprudente porque tengo ganas de hacer y de moverme. ¿Entonces son buenas señales"?

En la entrevista, el papa adelantó que el suyo también será un funeral de carácter sencillo, como ya pasó con el funeral del papa Benedicto XVI. "Yo estuve con el ceremoniero preparando el rito de los funerales del papa. Los simplificamos bastante", y añadió que el suyo será todavía más sencillo.

No ha pensado en la renuncia

El papa explica que de momento no ha pensado en la renuncia y que, si llega, lo dirá "el Señor, cuando Él quiera". "Pero no se me ocurrió. Vi la valentía de Benedicto cuando se dio cuenta de que no podía, prefirió decir basta, y a mí me hace bien eso como ejemplo, y pido al Señor decir basta, en algún momento, pero cuando Él quiera".

A pesar de los problemas de salud que ha pasado recientemente por una bronquitis, el papa Francisco mantuvo la tradición de rezar delante de la estatua de la Inmaculada Concepción, en pleno centro de Roma, el pasado 8 de diciembre. Y entre sus planes está seguir viajando. "Uno en Bélgica está asegurado" y "hay otros dos pendientes, uno a la Polinesia y otro a Argentina, veremos cómo se da la cosa, pero con el tiempo iré reanudando las cosas".