Los médicos del hospital Gemelli de Roma han anunciado que el papa Francisco recibirá el alta este domingo, después de estar 37 días ingresado. Según han explicado en rueda de prensa sorprendida, las infecciones más graves se han resuelto y ya no sufre de neumonía bilateral, pero harán falta al menos dos meses más de reposo para su recuperación. "Durante el periodo de convalecencia no podrá llevar el ritmo de vida de antes, pero podrá recuperar la actividad cuando mejore", ha añadido el doctor Sergio Alfieri, jefe del equipo que hace el seguimiento al Pontífice en el hospital. Con respecto a la situación anímica del Santo Padre, han adelantado que está "contento" de volver a casa.
De su primera aparición pública solo se sabe que será este domingo a la salida del centro sanitario. Si todo va como se ha previsto, el Pontífice saldrá al balcón de su apartamento en el Gemelli para saludar a los feligreses allí presentes y agradecerlas las oraciones.
Continuará la convalecencia en Santa Marta
Posteriormente, será trasladado Santa Marta, su residencia en el Vaticano, que ya está preparada para recibirlo. Será allí donde tendrá que continuar su recuperación; es lo que recomiendan en casos "que han sido graves", ya que si se alarga la hospitalización el riesgo de contraer infecciones en el centro sanitario es muy elevado. "El hospital es el peor sitio para continuar la convalecencia", ha detallado Alfieri. Aparte de seguir tratamiento farmacológico y rehabilitación, el Pontífice seguirá también con la terapia motora y respiratoria que ha hecho al hospita: "En este momento es lo más importante y lo que necesita para recuperarse", ha añadido el doctor Luigi Carbone, el médico de la Dirección de la Sanidad del Vaticano y responsable máximo de la salud del Papa.
Estable desde hace quince días
Según ha explicado Alfieri, el Santo Padre se mantiene estable desde hace quince días después de "dos episodios críticos que pusieron en peligro su vida". En este sentido, ha apuntado que la mejora ha sido "lenta pero constante" y ha aprovechado para aclarar que nunca hubo que intubarlo y que en todo momento ha permanecido consciente. La última información que salió a la luz del Papa fue el pasado jueves, cuando comunicaron que se le había suspendido la ventilación mecánica no invasiva, así como la mascarilla de oxígeno que utilizaba a las noches.
El papa Francisco, de 88 años, ingresó en el hospital el pasado 14 de febrero por problemas de respiración que resultaron ser una bronquitis por infección poli microbiológica, a la cual se le sumó una neumonía bilateral.