El Papa ha pasado revista a los obispos españoles, que han afirmado que no ha habido bronca por los abusos. Después de una reunión de dos horas en el Vaticano este martes, el presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, ha asegurado que "ha sido un diálogo cordial y no un tirón de orejas". "No se ha tratado específicamente el tema de los abusos, no ha salido", ha añadido el presidente de la subcomisión del clero de la Conferencia Episcopal y obispo auxiliar de Madrid, Jesús Vidal.
La reunión había suscitado un gran interés, ya que se ha producido justo un mes después del informe del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilono, que estima que unos 445.000 españoles han sufrido abusos en el ámbito de la Iglesia española. Omella negó las cifras, pero eso no evitó que el papa Francisco convocara de manera extraordinaria a toda la Conferencia Episcopal Española pocos días después de la publicación del documento. Eso sí, la excusa de la convocatoria era tratar la inspección realizada por dos obispos enviados desde Roma a los seminarios españoles. Y así parece que ha sido.
Dos horas para hablar solo de los seminarios
Durante las duras horas que ha durado la reunión, el pontífice solo habría tratado con los obispos españoles la situación de los seminarios en España. Es decir, que no se habrían abordado específicamente los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia española ni habría habido ningún reproche en esta materia a los prelados. En una rueda de prensa en el Colegio Español de Roma, Omella ha insistido en que el Papa no les quería dar "un tirón de orejas". "Os cuesta entender, pero creedme. Los chicos en la escuela decían: Por Jesusito que te digo la verdad. Es que no había otra cosa. Ha sido así, y ya está. Y claro, dices: ¿y por eso nos ha llamado? Pues sí", ha subrayado, añadiendo que no puede obligar a nadie a creerlo y que no miente. Además, ha explicado que en el encuentro tampoco se ha abordado la situación política española.
Preguntado por si no los ha sorprendido que se les convoque a Roma solo para hablar de los seminarios, Omella ha reconocido que se podría haber hecho una videoconferencia, pero que es "aburridísimo". El mensaje claro está: el encuentro ha estado centrado en las conclusiones de la visita a los seminarios españoles realizada por Roma el curso pasado. Se trata de 86 seminarios de todo el Estado, de los cuales 40 acogen a sus propios seminaristas y 15 son del camino neocatecumenal con una "compleja realidad".
Así, los obispos españoles habrían tratado con el papa Francisco temas como la formación en los seminarios, la experiencia pastoral de los seminaristas, la formación o la importancia de las diversas dimensiones de la formación (pastoral, espiritual, teológica y humana). "La Santa Sede quiere empezar este proceso de planes de formación con nosotros", ha señalado Vidal, que ha añadido que se ha tratado la forma de formar a los jóvenes en una sociedad de "cambios vertiginosos". También se habría hablado de la baja natalidad y de la acogida de los seminaristas extranjeros en España, ha apuntado a Omella.
Había dudas sobre quién presidiría el encuentro, pero finalmente lo ha presidido el Papa, a pesar de la "inflamación pulmonar" que ha sufrido los últimos días. Omella ha asegurado que presentaba una buena impresión: "Ha estado dos horas y pico y no ha tosido ni una vez. Este hombre está más sano que nosotros, que alguno tosía", ha ironizado.