El papa Francisco, aún convaleciente de la grave afectación respiratoria, ha reaparecido en el balcón de la basílica de San Pedro para la bendición urbi et orbi, tras la misa del Domingo de Resurrección. Francisco no había participado en ninguna de las ceremonias de la Semana Santa debido a que sigue recuperándose tras haber pasado 38 días en el hospital por una neumonía bilateral, de la que fue dado de alta el 23 de marzo. El pontífice argentino, sentado en la silla de ruedas y ya sin las cánulas nasales para el oxígeno, ha deseado a las 50.000 personas congregadas en la plaza una "buena Pascua", si bien ha cedido la palabra para leer su mensaje. También ha mostrado visibles dificultades para mantenerse despierto. Con todo, no ha querido dejar de saludar también a los fieles desde el papamóvil.

Francisco ya había apareció por sorpresa este sábado cuando acudió a rezar a la basílica de San Pedro antes de la celebración de Vigilia del Sábado Santo y se paró a saludar a algunos grupos de peregrinos estadounidenses que estaban en esos momentos en la basílica. Preguntado por los medios sobre cómo vive esta Semana Santa en estos momentos delicados de su salud, el octogenario pontífice, con un hilo de voz desde la ventanilla del coche a su salida de la prisión, respondió: "La vivo como puedo".

En su discurso de Pascua, leído por el maestro de ceremonias, Diego Ravelli, el Papa ha hecho un llamamiento para que "cese el fuego en Gaza, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente". "Me siento cercano al sufrimiento de los cristianos en Palestina y en Israel, así como a todo el pueblo israelí y a todo el pueblo palestino", ha escrito Francisco. Y ha añadido que espera que "volviéramos a esperar en que la paz es posible" en Tierra Santa. En otro pasaje, aun sin hacer explicitar la acción de Israel en Gaza, Francisco ha criticado los ataques a hospitales y trabajadores humanitarios, si bien también ha denunciado "el creciente clima de antisemitismo" en el mundo. Francisco también ha dejado unas breves palabras para las situaciones humanas complicadas y los conflictos en el Líbano, Siria o Yemen.

Combatir el hambre, "las armas de la paz"

Acto seguido, el pontífice ha pedido que se frene "la carrera general al rearme", para propiciar "la paz", y ha avisado que "la exigencia que cada pueblo tiene de proveer su propia defensa no puede transformarse" en una carrera armamentística. También ha instado a "derribar las barreras que crean división y están cargadas de consecuencias políticas y económicas". Asimismo, ha hecho un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas a "no ceder a la lógica del miedo que aísla, sino a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo". "Estas son las 'armas' de la paz: las que construyen el futuro, en lugar de sembrar muerte".

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La plaza de San Pedro para el urbi et orbi / EFE

El Papa recibe a JD Vance en Santa Marta

Si bien había dudas por su estado de salud, el Papa ha recibido este domingo al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en su residencia de casa Santa Marta. El pontífice ha cruzado un breve saludo y una felicitación por la Pascua con el número 2 Donald Trump en la Casa Blanca, quien se encuentra de viaje oficial en Italia. Así lo ha anunciado la oficina de prensa del Vaticano, que ha confirmado que el saludo se produjo a las 11.30 horas y "duró solo algunos minutos, el tiempo para intercambiarse la felicitación por la Pascua". Mientras tanto, en la plaza de San Pedro se estaba celebrando la misa del Domingo de Resurrección, esta vez presidida por el cardenal Angelo Comastri.

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El Papa recibe a JD Vance en el Vaticano / EFE

Para las cuestiones diplomáticas, Vance se ha reunido con el secretario de Estado vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin, con quien ha habido "un intercambio de puntos de vista sobre la situación internacional, especialmente sobre los países marcados por la guerra", y "de situaciones humanitarias difíciles, con especial atención a los migrantes, refugiados, y presos", según informó el Vaticano en una nota. El ultraconservador vicepresidente americano, que se convirtió al catolicismo en 2019, no oculta sus críticas a Francisco y les divide la posición sobre la acogida a los migrantes, así como el Vaticano ha lamentado también los recortes de la administración de Donald Trump a la cooperación internacional y las deportaciones masivas.