La situación en las residencias de las personas mayores no tiene nada que ver con lo que se vivió durante la primera ola de la Covid-19. En primavera hacían falta 3 meses para que una residencia infectada fuera verde. Ahora, el proceso es de 3 semanas. "Estamos mejor preparados", dice la presidenta de CEAPs, la patronal de las residencias, Cinta Pascual, en una entrevista en el Tot es mou de TV3.
Con todo, la prevención es la clave para combatir el virus en las residencias, y después de "8 meses de tensión" la única solución es trabajar de forma preventiva y por eso reclaman los test de antígenos. "Estamos pidiendo como desesperados los test de antígenos", dice Pasqual.
El 58% de los fallecidos por Covid habrían muerto en las residencias. Para la patronal de las residencias la única solución válida es la vacuna.
Lleida, Canet y La Bisbal del Penedès
Sobre las últimas residencias que se han tenido que intervenir desde la Generalitat por el elevado número de positivos, Cinta Pascual lo ha comparado a "un colapso más parecido al de la primera ola".
En la residencia Sant Josep de la Seu d'Urgell hay 30 positivos; en Canet de Mar, 4 de cada 5 residentes son positivos; y en La Bisbal del Penedès todos los residentes tienen la Covid-19.
Además hay otras residencias con brotes: Sant Carles de la Ràpita, donde hay 55 usuarios y 18 trabajadores positivos; en la residencia Sant Miquel Arcàngel, de Tortosa, hay 38 usuarios y 11 trabajadores infectados; la Onada, de Gandesa, donde hay 19 usuarios y 8 trabajadores afectados; la Natzaret, de Móra d'Ebre, con 14 usuarios y 10 trabajadores infectados, y la Santa Creu, en Jesús, hay un usuario afectado.
"Por suerte pasa poco, pero por poco que pase, se tiene que derivar a la gente a otras residencias", explica Pasqual. "Pedimos auxilio porque faltan manos", dice la presidenta de la patronal, que ha detallado las diferencias y la complejidad que supone trabajar con personas mayores. Según Pasqual, trabajan "en comunidad y hay un contagio aéreo". Pasqual pone de relieve el hecho de que en las residencias no se pueden abrir ventanas, porque "la gente es muy vulnerable".