El librero neonazi Pedro Varela Geiss se ha amparado en la libertad de expresión y el derecho a escoger para justificar la venta de libros que promueven ideas supremacistas ante el tribunal de la sección 6.ª de la Audiencia de Barcelona, que lo juzga desde este martes por difundir el odio al diferente. "En España no prohíben libros, los secuestran; es incivilizado, mientras en estados totalitarios como Alemania hacen lista de libros prohibidos", ha declarado Varela, que solo ha contestado a las preguntas de su abogado, José Luís Goméz. Varela también se ha defendido diciendo que vendía libros "diferentes e interesantes que no quería la competencia" a estudiantes y que hacía firmar a los compradores que era su responsabilidad.
La Fiscalía del servicio de Odio y Discriminación pide para Pedro Varela 12 años de prisión por dos delitos contra los derechos fundamentales y por ser el líder de un grupo criminal, dedicado a venta de libros que fomentan el racismo, la homofobia y justifican el Holocausto nazi, a través de la Asociación Cultural Editorial Ojeda, entre los años 2006 al 201. El Ayuntamiento de Barcelona y la Federación de Comunidades Judías de España y Movimiento contra la Intolerancia son acusación particular contra Varela. La Fiscalía también pide 8 años para cuatro personas que trabajaban con Varela. Uno de ellos ha declarado que solo editaba las portadas de los libros del librero.
Humanista y católico
Es el cuarto juicio a Varela para difundir ideas que niegan el Holocausto y fomentan la discriminación. En su declaración, Varela ha seguido justificándose: "Si El Corte Inglés o La Casa del Libro venden Mí lucha no es delito, pero si lo hago yo, sí." Y se ha definido como un "humanista convencido y un católico", y ha añadido: "Hay que amar a todo el mundo, incluso a tu enemigo, y a la Fiscalía y a las acusaciones". Con todo, ha asegurado que en el estado español "hay inseguridad jurídica". Varela también ha criticado a los Mossos porque sostiene que cogieron libros de su casa, personales, y no para vender. El juicio continúa el miércoles con la declaración del resto de acusados.
Cuestión inconstitucional
En las cuestiones previas, José Luis Gómez, abogado de Varela, ha afirmado que el librero está amparado por la libertad de expresión, que hay “una colisión de derechos y contra la libertad de expresión” y ha pedido al tribunal que presente una cuestión de anticonstitucional por el delito de odio (el artículo 510.1 del Código Penal). Ha añadido que si continúa el juicio, hay que expulsar del procedimiento 11 libros porque no fueron cogidos por los Mossos en los registros.
El abogado Óscar Vicario, de la Federación de Comunidades Judías de España y Movimiento contra la Intolerancia, que ejerce la acusación particular, ha afirmado que este tema de la anticonstitucionalidad ya está resuelto y precisamente con una causa contra Varela. En concreto, el Tribunal Constitucional, el 2008 y el 2010 dijo que“negar el Holocausto no es delito, pero sí justificarlo y enaltecerlo”, y en el juicio es este segundo supuesto. Lo mismo ha afirmado el abogado en nombre del Ayuntamiento de Barcelona, que también ejerce la acusación particular.
Otro de los abogados de defensa también ha pedido que se presente la cuestión de anticonstitucional por el mismo delito porque el Tribunal Constitucional se pronunció sobre el delito 607 y no el 510.1 en el sentido de “la incitación indirecta”. “Mi cliente solo diseña portadas de libros”, ha asegurado.
Por su parte, la fiscal Marta Glória López, se ha opuesto a que el tribunal presente una cuestión de anticonstitucionalidad y ha citado sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y del Tribunal Supremo que afirman que “no es necesario un llamamiento directo a cometer un delito, sino con amenazas y justificación del genocidio” hay bastante. El tribunal lo decidirá al final.