El economista Santiago Niño Becerra ha advertido que lo peor de la economía española no es que la inflación se haya situado en el 10%, sino que está coincidiendo con una inflación subyacente del 5,5%. La inflación subyacente es la que no incluye los precios de los productos energéticos (petróleo) ni de los alimentos no elaborados (cosechas), y cuando coincide con una inflación alta indica que el crecimiento de precios es general y afecta a todos los bienes y servicios de la economía. Según el economista, si la inflación es del 10,2%, la pérdida de poder adquisitivo es ya del 16%.
"Una inflación del 10,2% es una exageración, pero peor es que la subyacente esté al 5,5%. De ahí, las estimaciones de pérdida de poder adquisitivo del 16% si se toma el salario moda [el más habitual]. Pero se sigue consumiendo en ocio: viviendo el momento", ha indicado Niño Becerra.
Una inflación del 10,2% es una exageración, pero peor es que la subyacente esté en el 5,5%. De ahí las estimaciones de pérdida de poder adquisitivo del 16% tomando el salario moda. Pero se continúa consumiendo en ocio: viviendo el momento. https://t.co/vncvlehB79
— Santiago Niño (@sninobecerra) June 29, 2022
El Índice de Precios al Consumo (IPC) subió un 1,8% en junio en relación con el mes anterior y disparó la tasa interanual 1,5 puntos, hasta el 10,2%, el nivel más alto desde abril de 1985, según los datos publicados este lunes por el Instituto Español de Estadística (INE). De esta manera, la inflación encadena dos meses consecutivos de ascensos en la tasa interanual después de que en abril se moderara 1,5 puntos de golpe, hasta el 8,3%. Después, en mayo, escaló hasta el 8,7% y en junio ha superado los temidos dos dígitos: 10,2%.
El dato de junio, que tendrá que ser confirmado por Estadística a mediados del mes que viene, supera en cuatro décimas el pico que se había conseguido el mes de marzo, del 9,8%. Según el INE, la escalada del IPC interanual hasta el 10,2% en junio se debe, principalmente, a las subidas de los precios de los carburantes y de los alimentos y a las bebidas no alcohólicas. También ha influido el repunte de los precios de los hoteles, cafés y restaurantes, superior al del año pasado.
El INE incorpora al avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente, que aumentó en junio seis décimas, hasta el 5,5%, el valor más alto desde agosto de 1993. De esta manera, la subyacente se sitúa 4,7 puntos por debajo de la tasa del IPC general. En términos mensuales, el IPC registró en junio un repunte del 1,8% con respecto a mayo, tasa un punto superior a la del mes anterior y la mayor alza en un mes de junio desde 1977.