La fiscalía pide seis años de prisión para el pequeño Nicolàs por los delitos de falsedad documental, usurpación de funciones públicas y estafa.
Según el fiscal, hace cuatro años el "pequeño Nicolás" se hizo pasar por asesor del gobierno español para estafar a un empresario al cual pidió 300.000 euros a cambio de ayudarlo en la venta de un inmueble y evitarle un embargo de Hacienda.
Para hacer creíble que trabajaba para el gobierno español, el pequeño Nicolàs, alquiló vehículos de alta gamma y elaboró varios documentos oficiales con anagramas y logotipos tanto de Presidencia del Gobierno español como de la Casa Real. Incluso, delante de el banquero que tenía que conceder el préstamo al empresario, simuló una llamada en Soraya Sáenz de Santamaría, que en aquel tiempo era la vicepresidenta del gobierno.
La estafa se descubrió a raíz de las sospechas del director de la oficina bancaria.