El ex director adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino ha negado ante la Audiencia de Madrid que llegase a ver el contenido del "pendrive" con información de la familia Pujol y ha dicho que se lo dio el comisario Marcelino Martín Blas en 2012 y ya no volvió a saber "nada más de él".
Considerado por las acusaciones uno de los responsables de la llamada "policía patriótica", Pino ha declarado este martes en el juicio sobre el presunto origen ilícito de un "pendrive" que la Policía aportó en 2017 al juez de la Audiencia Nacional que investiga la fortuna de los Pujol, y que éste anuló como prueba y encargó investigar su procedencia.
Pino, que fue número dos de la Policía con Jorge Fernández Díaz como ministro del Interior, ha negado haber entregado el "pendrive" a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía y ha dicho no tener "ni idea" del informe que se aportó a la causa de la Audiencia Nacional con información del lápiz de memoria: "Yo no tuve conocimiento de que se había mandado al juzgado".
Ha explicado que el único dispositivo del que tiene constancia es el que le entregó el entonces comisario de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, a finales de 2012 o principios de 2013: "Me dijo: 'Toma lo que me han dado éstos'".
Con esa expresión, ha proseguido, entendió que se refería a unos detectives de la extinta agencia Método 3, porque Martín Blas, con quien ha dicho que tenía una "enemistad manifiesta", regresaba entonces de un viaje a Barcelona, donde trabajaba en una investigación en la que "gente de Método 3" colaboraba con la Policía.
"Sé que uno se llamaba (Antonio) Tamarit", ha dicho, mientras que el otro podía tratarse de Julián Peribañez. "Entendí que eran los que estaban colaborando", ha indicado.
Pino ha explicado que intentó abrirlo pero finalmente no lo hizo, así que se lo devolvió a Martín Blas y le ordenó entregárselo al CNI. "Pero no lo vi y automáticamente no he vuelto a saber nada de este procedimiento", ha asegurado.
Y más tarde ha recalcado: "Cuando yo intento abrir el 'pendrive', no lo abro porque no quiera, sino porque no tengo tiempo".
Versión similar ha aportado Bonifacio Díez, que ha asegurado desconocer "todo lo relacionado con ese 'pendrive'" y ha negado que Pino le ordenase entregarlo a la UDEF, aunque ha reconocido que, si lo hubiese hecho, lo habría cumplido "sin ningún género de dudas", porque era su superior.
Aunque la Fiscalía aboga por la absolución de Pino y Díez, las acusaciones, ejercidas por Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente catalán, y Podemos, piden para ambos penas que ascienden a 10 años y medio de prisión por los delitos de revelación de secretos, estafa procesal y falso testimonio.