El Ayuntamiento de Alicante ha iniciado, por imperativo judicial, el proceso de restitución de las placas franquistas que se habían retirado de las calles de la ciudad. El primer equipamiento municipal que se ha visto afectado es la plaza de la Igualdad, que ha recuperado el nombre de plaza de la División Azul.
El consistorio alicantino decidió aplicar la Ley de la Memoria Histórica para retirar las placas conmemorativas de la dictadura franquista, pero el Partido Popular se opuso y presentó un recurso. La titular del juzgado contencioso administrativo número 4 de Alicante suspendió cautelarmente el proceso del cambio de nombre y, ahora, el Ayuntamiento está obligado a bautizar, de nuevo, un total de 45 calles y plazas más.
Según el auto judicial, el gobierno municipal procedió "de manera precipitada e inmotivada, porque no había razones de urgencia". Al acto del cambio de nombre, que tuvo lugar ayer, asistieron medio centenar de personas para protestar contra la instalación. Entre ellos, cargos locales de Izquierda Unida y diputados en las Corts de Compromís.
El Ayuntamiento siente "vergüenza"
La concejala de Memoria Histórica, Maria José Espuch, ha confesado sentir "vergüenza, rabia e impotencia" y ha puesto de manifiesto que el consistorio y el equipo de gobierno apuestan por placas "demócratas y feministas" que defiendan las libertades y la democracia. En este mismo sentido, Espuch ha cargado con mucha fuerza contra Luis Barcala, portavoz de los populares en el Ayuntamiento. Según la concejala, que ha llorado en el momento de efectuar el cambio de la placa, Barcala tan sólo ha conseguido "cambiar temporalmente" y devolver a las calles de Alicante los nombres franquistas en los dos años que ha estado en la oposición.