Como cada verano, Arlette y Jan (mis primos pequeños de Francia) han venido a pasar unos días en casa. Este año, sin embargo, más allá de visitar Barcelona y llevarlos a la playa, quería hacer alguna cosa especial con ellos. Es por eso que decidí llevarlos a lo que, probablemente, es el paraíso para todo niño/a en verano: el Caribe Aquatic Park de PortAventura World. ¿Quieres saber qué tal es? Pues a continuación te relato mi experiencia con mis primos. ¡Prepara el bañador que te vendrán muchas ganas de ir!
Es agosto, te acabas de levantar de la cama y ya sudas y el calor te quita las ganas de hacer nada que no sea zambullirte en el agua. ¿Has tenido esta sensación, verdad? Pues así nos levantamos el pasado sábado yo, Arlette y Jan. "¿Volvemos a la piscina municipal? Llevamos tres días seguidos yendo, un poco repetitivo", pensé. Entonces, mientras trataba de encontrar un plan diferente, se me encendió la bombilla, recordé que un amigo me había recomendado el Caribe Aquatic Park de PortAventura World. "Los chiquillos flipan en lugares así", recuerdo que me comentó a mi colega. Entonces, rápidamente, hicimos la mochila y salimos disparados hacia el parque acuático.
Ya os podéis imaginar la excitación de Arlette y Jan cuando les expliqué que nos dirigíamos en el parque acuático del PortAventura World. Afortunadamente, el parque solo está a una hora de Barcelona y a las 11:00 ya nos encontrábamos en sus puertas. Al entrar, quedamos parados de cómo es de grande. Son más de 50.000 m² de atracciones de agua, piscinas, zonas verdes y restaurantes. "Cómo es que no hemos venido aquí antes", me preguntaban Arlette y Jan. Pero con el que más flipamos es con el hecho de que el parque tiene 2 km de toboganes.
Si os tuviera que explicar todas las atracciones a las que subimos, no acabaríamos nunca. No paramos ni un momento, creo que subimos a todo. Además, lo mejor que puedes hacer es descubrirlas tú mismo, ¿no crees? Así pues, con Jan y Arlette hemos hecho un top 3 de las atracciones que más nos han gustado.
Primero, sin duda, el King Khajuna. Se trata de una caída libre acuática de más de 30 metros. ¿Heavy, verdad? Reconocerás fácilmente el King Khajuma, ya que su impresionante estructura se aprecia desde cualquier punto del Caribe Aquatic Park. Para Arlette, Jan y yo, es la estrella del parque. ¡No te la puedes perder!
Segundo, el Mambo Limbo. Tienes que subir a una torre gigante (12 metros de altura) y escoger uno de sus vertiginosos toboganes. Entonces, te dejas deslizar para ir haciendo caracoleos a gran velocidad hasta que vas a parar a una piscina. Eso sí, haciendo una salpicadura brutal. Los niños podrían estar todo el día así, y yo, que ya soy adulto, también.
Tercero, el Rapid Race. Sobre una alfombra que te sirve de trineo, deslizarás por el agua para intentar ser el primero a completar los seis diferentes toboganes. ¿Una carrera contra tus amigos y familiares en toboganes acuáticos, se puede pedir algo más divertido?
Ah, y comimos en el Reggae Café, un lugar ideal para relajarte después de una mañana de mucha adrenalina. Encontrarás un ambiente paradisiaco y comida deliciosa: pasta, ensaladas, pollo, fish & chips, postres... ¿Qué, necesitas nada más para lanzarte a esta aventura caribeña?