Sant Adrià del Besòs se vuelve a quedar, por año consecutivo, sin su playa principal, que lleva cerrada al público desde el 28 mayo de 2021. El ayuntamiento decidió clausurarla por la presencia de residuos contaminantes en la arena. Este jueves, la alcaldesa, Filo Cañete, confesó en una audiencia pública monográfica con los vecinos que "tengo esta fecha clavada en el corazón". Ha detallado que a pesar de las tareas de descontaminación que se hicieron el año pasado, los temporales marítimos de los últimos meses han vuelto a hacer aflorar los elementos contaminantes. Las nuevas obras de adecuación se reanudarán "posiblemente" entre finales de julio y principios de agosto, a cargo del Ministerio de Transición Ecológica. El gasto acumulado supera ya los dos millones de euros. En concreto, el tramo afectado es el situado entre la desembocadura del río Besòs y la antigua central de las Tres Xemeneies y se cerró porque se detectaron metales pesados, potencialmente cancerígenos, que habían emergido a menos de 80 centímetros de la superficie.

Confusión con los plazos

El inicio del periplo en la playa del Litoral se sitúa al principio de 2017, cuando un temporal marítimo provocó la rotura del colector que hay en este punto del frente marítimo. Durante su reparación aparecieron las primeras sospechas sobre la presencia de residuos contaminantes en la playa. Durante los siguientes años, entre 2018 y 2021, se hicieron diferentes análisis que resolvieron que el uso de la playa no suponía ningún riesgo para las personas, ya que en la superficie no se detectaban elementos nocivos. La conclusión, sin embargo, estaba condicionada a no alterar la estructura del suelo, puesto que el margen de seguridad hacía referencia a los primeros 80 centímetros de superficie de arena. Fue con el temporal Filomena de 2021 y las obras por la llegada del cable submarino de fibra óptica al litoral que se complicó la situación y se optó por el cierre de la playa antes de aquel mismo verano. La playa lleva cerrada desde entonces, sin fecha todavía fijada para su reapertura, según se ha informado este jueves a la audiencia pública.

El objetivo del Ayuntamiento, Àrea Metropolitana de Barcelona, Generalitat y Ministerio para la Transición Ecológica era poder reabrir la playa en verano de 2023, pero el proyecto para intervenir se fue encallando. La primera limpieza se hizo el año pasado, pero las analíticas revelaron la presencia de elementos contaminantes por culpa de un nuevo temporal. Sobre esta cuestión, la alcaldesa se disculpó por las falsas expectativas generadas a la ciudadanía, que después han generado una "cierta frustración" por las ganas de todo el mundo de poder disfrutar de la playa del Litoral. La alcaldesa admitió que antes de esta crisis no se había dado bastante valor a la playa del Litoral y lo que ha significado para la ciudadanía adrianense a lo largo de los años. "Es una playa muy familiar donde todos nos encontramos y que ahora echamos muy de menos", aseguró Cañete delante a la treintena de vecinos reunidos en el salón de plenos del Ayuntamiento.

Tareas de descontaminación

A pesar de la buena voluntad de las administraciones, más de 3 años después del cierre todavía hay trabajos de descontaminación pendientes, que se tendrán que hacer durante el verano para garantizar la seguridad sanitaria de la playa. Una vez se terminen estas tareas, será la Agència de Residus de Catalunya (ARC) el ente encargado de dar luz verde a la reapertura de la playa del Litoral, si las nuevas analíticas son exitosas. Cañete alertó de que cuando se pueda recuperar, la playa del Litoral se tendrá que someter igualmente a informes periódicos, cada vez que haya un temporal marítimo o se hagan obras en la zona. Estas situaciones podrían volver a desestabilizar la estructura del suelo original, que mantiene los elementos nocivos a bastante profundidad para que no sea perjudicial a los bañistas.

La alcaldesa de Sant Adrià ha informado de que el ayuntamiento ha presentado una denuncia a los juzgados de Badalona contra la empresa encargada de las obras de la llegada del cable submarino de fibra óptica al litoral catalán a través de Sant Adrià. Según el consistorio, estas obras marcaron el inicio de los quebraderos de cabeza en la playa