Una quincena de personas se han encerrado en la iglesia del Sagrat Cor del Poblenou sin una previsión concreta del tiempo que se quedarán que, en principio, auguran que será hasta que se cumplan los objetivos que persiguen. Poblenou Refugi, con la red de apoyo en los asentamientos Apropem-nos, l'AV del Poblenou, la Taula Eix Pere IV, l'Associació Cultural i Social Bac de Roda, el Banc d'Acció Social y otras entidades sociales y religiosas del barrio han replicado este jueves por la noche el encierro indefinido del Arrabal "contra el racismo y por los derechos de los migrantes y las refugiadas".
Los impulsores aseguran que se hacen suyas las reivindicaciones y demandas de las personas migrantes: "Si queremos avanzar hacia una sociedad acogedora, abierta, libre y respetuosa, desde el tejido asociativo y el movimiento vecinal tenemos que seguir trabajando para cambiar un sistema racista, capitalista y patriarcal que maltrata a las personas y en el cual no nos sentimos identificadas", afirman. Los vecinos del Poblenou aseguran que el barrio "ha sido muy sensible desde hace años ante el tema de los inmigrantes", y recuerdan el encierro que ya hubo a la iglesia del Sagrat Cor el año 2001, así como la lucha contra los desalojos de las naves de la calle Puigcerdà i Pere IV, y el encierro en la iglesia de Bernat Calbó en el 2012.
Con el encierro iniciado este lunes, afirman que se manifiestan contra las políticas "restrictivas" del estado español en materia de inmigración, asilo y refugio, a la vez que quieren dar apoyo a las luchas de varios colectivos "para conseguir un trato institucional digno e igualitario en todos los ámbitos de la vida". Los protestantes secundan el manifiesto de las personas que desde el 21 de abril protagonizan el encierro en la antigua escuela Massana en el barrio del Arrabal, con el cual exigen la derogación de la ley de extranjería, una acogida "real" de las personas inmigrantes y refugiadas, y que se conceda la nacionalidad española sin examen, ya que aseguran que las pruebas actuales son "imposibles" de superar.
Al mismo tiempo, el manifiesto reclama el empadronamiento "sin restricciones y garantizado", que el sistema sanitario llene a las personas inmigrantes que se encuentran en situación administrativa irregular y que se rebajen las exigencias en los trámites para el re agrupamiento familiar. Según los protestantes, las condiciones de habitabilidad que se piden actualmente por las viviendas "ponen en peligro" que los padres y madres se puedan reagrupar con sus hijos. El texto también defiende la necesidad de medidas específicas para la prevención e intervención hacia la violencia machista hacia las mujeres migradas y refugiadas "con una perspectiva antirracista". "Las mujeres migradas denunciamos un sistema heteropatriarcal, racista y capitalista que nos maltrata, agrede, penaliza y asesina de múltiples formas", lanzan los protestantes.
Finalmente, el manifiesto denuncia que las fronteras "vulneran los derechos" y critican que "no son una línea que divide territorios, sino una zona de control donde se violan sistemáticamente los derechos de las personas con total impunidad".