Tiene 74 años, se llama Pompeyo G.P. y es de nacionalidad española. Es la poca información oficial que ha trascendido del hombre que esta mañana ha sido arrestado en Miranda de Ebro, en Burgos, acusado de haber fabricado y enviado como mínimo seis cartas explosivas contra intereses gubernamentales españoles como la sede de Presidencia, en La Moncloa, el ministerio de Defensa y también a la Embajada de los Estados Unidos y de Ucrania en Madrid. La Policía Nacional cree que él, en solitario, diseñó las cartas y las envió, desde oficinas de Correos de Burgos, a las diversas direcciones. A pesar de que la mayoría fueron intervenidas por las fuerzas de seguridad, una llegó a explotar hiriendo un agregado militar de la embajada ucraniana de Madrid.

El hombre vivía en un piso de Miranda de Ebro que especialistas en explosivos y en policía científica han registrado toda la mañana. Se han encontrado restos que pueden estar relacionados con las cartas explosivas que se recibieron en varias sedes de Defensa a finales de 2022 y material para fabricarlas. Según la policía, el hombre, ahora ya jubilado, fue trabajador público en el País Vasco, en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, es muy activo en las redes sociales y tiene conocimientos técnicos y digitales.

Ninguna vinculación con partidos políticos

No se le conoce ninguna vinculación con partidos políticos y según los primeros pasos de la explotación de la operación Konvert —конверт, sobre en ucraniano— ha actuado en solitario, sin ningún vínculo o dirección exterior, de los servicios de inteligencia rusos. Si bien fue una de las opciones que detalló el diario americano The New York Times, la policía española lo descarta. Con todo, sin embargo, se repasará toda la actividad del detenido para aclararlo y poder descartar cualquier participación exterior con la intención de desestabilizar la política española.

Las cartas explosivas, que estaban fabricadas de manera casera y llevaban material pirotécnico y un detonador, fueron enviadas a La Moncloa, a Defensa, a las dos embajadas y también a una base militar y a la sede de una empresa de armamento que había enviado armas a Ucrania. Todos estos objetivos hicieron pensar a la policía que se trataba de algún movimiento en defensa de los intereses rusos, un hecho que la investigación, que ha sido larga y laboriosa, y que se ha llevado a cabo en varias provincias españolas, tendrá que confirmar.

Imagen de una de las cartas explosivas que, presuntamente, envió el jubilado detenido / CNP

La investigación, como la detención de Pompeyo G.P., se ha hecho bajo las órdenes del juzgado número 4 de la Audiencia Nacional por un delito de terrorismo. El registro ha empezado a primera hora de la mañana y seguirá durante toda la tarde, según han explicado fuentes de la policía española. Participan los investigadores que han llegado hasta el hombre, de la Comisaría General de Información, y también especialistas en informática, en desactivación de explosivos y también guías caninos. El registro, como también la declaración del hombre, serán claves para aclarar las cuales lo motivó a fabricar y enviar las cartas con explosivos, que dejaron un herido.