La cultura popular catalana tiene en la Patum de Berga una de sus citas anuales ineludibles. Este jueves de Corpus se celebró la primera Patum Completa, que empezó con media hora de retraso a causa de la lluvia, pero que llenó hasta los topes la plaza Sant Pere. El cant dels Segadors y una gran estelada con el lema República, llevada en volandas por miles de personas que gritaban "independencia", dio inicio a la fiesta de fuego, humo, música del sonido del tambor y los bailes de las comparsas, que tuvo su clímax con los saltos, de los Plens, los diablos de fuego que hicieron estallar 131 kilos de pólvora de los 400 previstos durante los cinco días de fiesta. La Patum tiene su origen en las representaciones que se hacían en los entremeses de las procesiones de Corpus y se tiene constancia de la celebración de las fiestas desde la Edad Media (1454), cuando se conocían como la Bulla y la Bullícia del Santíssim Sacrament. Con el tiempo, la Patum adquirió entidad propia y cada año reúne a miles de personas que disfrutan y se emocionan con una de las manifestaciones populares más representativas del país y que es patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

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La lluvia da una tregua

Cuando la lluvia que cayó durante la tarde dio una tregua, empezó la música que era el preludio de la fiesta. La comparsa de los Turcs i Cavallets fue la primera en salir, y la gran cantidad de gente que llenaba la plaza obligó a parar el baile unos instantes porque los saltadores no podían saltar. Lo mismo pasó con el resto de comparsas, las Maces, les Guites, l’Àliga, els Nans Vells, els Gegants i els Nans Nous, que tuvieron problemas para hacer sus saltos por el gran gentío que los rodeaba y que obligó a parar la música en varios momentos para hacer sitio a las comparsas.

 

El momento más esperado

Pero el momento más esperado de la fiesta llegaba con la comparsa de los Plens, que llena la plaza de fuego. Los Plens son diablos de fuego que se protegen con una ropa gruesa que no quema, con hierbas que tienen propiedades ignífugas —la vidalba— y una máscara. Cada pleno lleva tres látigos en la cola y seis en la cabeza (tres látigos en cada cuerno) y van acompañados de una persona que los guía en medio de la multitud en la plaza. Este jueves, han saltado casi 200 personas de la comparsa, un centenar a cada uno de los dos turnos de saltos, acompañados de miles de personas, desde gente que cada año participa de la fiesta, hasta de otros que lo hacían por primera vez. Todos coinciden en que la Patum es una experiencia que se tiene que vivir al menos una vez en la vida.

La Patum del 2024 que empezó de lleno este jueves, fue noticia durante el día por los gritos de "fuera", gritos de "independencia" y los silbidos dirigidos al balcón de autoridades del Ajuntament de Berga, en la plaza Sant Pere de Berga, donde se encontraba Salvador Illa, el candidato del PSC a president de la Generalitat, que quiso vivir la experiencia y conocer de cerca "una de las fiestas más arraigadas en el territorio y de las más simbólicas, como una señal de respeto a las tradiciones catalanas y a la cultura catalana". Entre las autoridades invitadas a la edición de este año también había la consellera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge.