El apagón general histórico de este lunes a las doce y media del mediodía ha afectado a la península Ibérica, pero no a las islas ni a las ciudades autónomas españolas. ¿Por qué Balears, Canarias, Ceuta y Melilla se han salvado del apagón? Previsiblemente, el motivo es que su suministro de luz procede de sistemas eléctricos que no se han visto alterados por el incidente. De acuerdo con la información disponible al sitio web de Red Eléctrica, los sistemas no peninsulares se caracterizan por su tamaño menor y su reducida o nula conectividad con el sistema peninsular, cosa que explicaría por qué estos territorios no han experimentado problemas de suministro.

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Estos sistemas comparten algunos rasgos singulares que condicionan su operación, entre las cuales destacan su tamaño pequeño, su situación geográfica aislada, una demanda más focalizada y con altas variaciones en poco tiempo, así como una dificultad más alta de gestión de las tecnologías de generación renovable. También una menor estabilidad por la dificultad para conectar sistemas entre sí y, por lo tanto, menos opciones de respuesta en caso de necesidad. Un escenario que, en este caso, se ha girado.

El caso de Balears

Tal como recoge la prensa local, Balears ha esquivado el apagón por el hecho diferencial insular porque tienen un cable que las conecta con la Península como suministrador de energía, pero también una red interna que ha sido clave para salvarse. Esta red la integran dos sistemas separados: por una parte, lo que une Mallorca y Menorca; de otra, lo que conecta Eivissa y Formentera. Todos están interconectados entre ellos y con la Península mediante un cable submarino.

El cable eléctrico submarino entre Mallorca y Menorca tiene una longitud de 41,7 kilómetros, a una profundidad máxima de 86 metros, uniendo Cala Mesquida y Ciutadella. Entre Eivissa y Formentera, hay dos cables tripolares de 27,1 kilómetros. El más espectacular es el enlace submarino entre Mallorca y la Península, formado por tres cables (uno de retorno) de 237 kilómetros, con tecnología corriente continuada —el primer enlace de este tipo en la historia de Red Eléctrica, con una tecnología capaz de resistir las condiciones extremas de profundidades de hasta 1.485 metros—. La infraestructura cuenta con dos estaciones convertidoras: la de Morvedre (Sagunt) y la de Santa Ponça (Mallorca), las dos necesarias para transformar la corriente alterna en corriente continua y viceversa.