El confinamiento por el coronavirus lo hemos pasado encerrados en casa. Cada confinamiento ha sido y es un mundo. Los hay que han escrito cartas a su yo del futuro o han hecho mandalas para calmar los momentos de nervios. Ahora bien, muchas personas se han encontrado comprando plantas justo cuando se han empezado a relajar algunas medidas y se ha cambiado de fase. No es una casualidad.
Durante estos meses algunos han visto poco verde y han echado de menos la naturaleza. No es extraño, pues, que pueda haber una conexión entre el hecho de que tengamos más ganas de comprar plantas y flores en esta fase de "nueva normalidad".
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"Con el confinamiento, veo tres vinculaciones claras. Más tiempo para mirar nuestra casa, hemos vivido con una carencia de naturaleza y hemos estado necesitados de dedicarnos a cuidar o cuidar de alguna cosa". Así lo resume la profesora de la UOC y miembro del proyecto de la incubadora de la misma facultad Cultura Emocional Pública, Mireia Cabero Jounou.
"Hasta ahora, a excepción de largas enfermedades, no habíamos pasado tanto tiempo encerrados en nuestra casa y, precisamente porque vivimos tanto de cara la galería, pasamos tiempo en la calle, con amigos, no hemos crecido con la idea de que nuestra casa tiene que ser un templo de bienestar", detalla. De esta manera, señala que durante este tiempo de confinamiento "hemos tomado conciencia de lo mucho que nos gusta nuestra casa o de lo que no".
Como dice la psicóloga, la mayoría de las personas no está acostumbrada ni a pasar tantos días ni tantas horas sin salir. De este modo, no es extraño que en algún momento del confinamiento nos hayamos sentido encerrados o faltos de aire fresco. Sobre todo, si no disponemos de un balcón o una ventana por la que ver verde o que permita la entrada del sol.
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De hecho, recuerda que muchas personas han pasado este confinamiento con falta de luz solar, con pocas vistas o rodeados de hormigón y ladrillos. "Es una reacción normal poner aquello que me está faltando dentro en casa".
Así, también subraya que "hay personas a las que les gusta cuidar animales o plantas". "Tiene que ver con el bienestar, la dedicación y el equilibrio", apunta. "Si me falta algo lo intento poner", concluye.
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