Hoy todo es desgracia. Cinco muertos y unos 4.000 evacuados ha causado el temporal, la gota fría. Así abren todos los diarios. Las portadas de hoy permiten hablar de un asunto más especializado de la cosa impresa. Dice la mayoría de diseñadores de información —entre ellos los y las que hacen el diseño de los diarios impresos— que nunca te arrepentirás de cortar una foto para acercar la acción o de escoger el plano más cercano entre una batería de imágenes parecidas para acercar el drama a los ojos del lector. Atención, esto no es ley ni norma, sino un criterio opinable en el que coinciden la mayoría de buenos directores de arte.
Ahora también puedes opinar tú. Compara la foto de las portadas de La Vanguardia y Ara con la de El País y decide cuál te explica mejor la calamidad que afecta en el sureste de la Península Ibérica (o de España, para que nadie se queje). Cuál te llega más adentro. Cuál te toca más. Puedes hacer el ejercicio entre ABC y La Razón, que publican fotos con el mismo tema editadas de forma diferente. ¿No es mucho más contundente la del tabloide monárquico, que te acerca la desgracia a la vista? Claro que sí.
Bien. La cuestión se agrava si titulas la tragedia con frialdad, con exceso de distancia, como hace El País —la poca empatía es un poco marca de la casa— con una línea como de parte meteorológico o de atestado de la policía. Un titular escrito con guantes. También Ara y La Vanguardia, en este caso, le dan sopas con honda al diario madrileño, sin ninguna necesidad de exagerar la nota —como hacen un poco La Razón y ABC.
Siempre en estos casos hay algún "cuñado" que especula por encima de sus posibilidades y es el caso de ABC, que cita a "expertos" para explicar que "el exceso de población" es "el peor aliado del cambio climático". Si así fuera, París, la novena ciudad más densa del mundo (21.498 habitantes por kilómetro cuadrado) y con un buen río que la atraviesa, ya estaría organizando la evacuación. Barcelona también figura entre las tres más densas de Europa y... en fin. Seguramente, cómo se establece la gente sobre el territorio ayuda poco o mucho a los efectos perversos de casi cualquier otro fenómeno que afecte a casi cualquier ciudad. Pero llamarlo "exceso de población" es de risa.
