Los primos del rey emérito Juan Carlos I tienen una guerra abierta con los vecinos afectados por la DANA que viven en una aldea de Requena, porque están en contra de que pasen por un camino de su propiedad, que tiene una superficie de 1.997 hectáreas. Un grupo de voluntarios de Sevilla que llegaron hasta la aldea del Reatillo, situada entre Requena, Setaigües y Xera, muy cerca de la casa de la marquesa María de Borbón y de Rojas, denuncian las dificultades con las que se encontraron por parte de la propiedad del coto privado de caza para poder acceder a la población, según publica elDiario.es. La DANA del pasado 29 de octubre destruyó el puente que comunicaba la aldea con el resto de las zonas, y los vecinos se ven obligados a cruzar sus terrenos para llegar hasta su casa. Una empresa de la prima del emérito ha enviado una carta a los ayuntamientos de la zona, a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y a la Conselleria de Agricultura, Aigües, Ramaderia i Pesca en la que se queja de que los vecinos utilicen este camino.
Por su parte, la asociación de vecinos del Reatillo afirma en un comunicado que "lo que indica el marqués en su escrito nos resulta patético, sorprendente y altamente insolidario, en estos momentos en los que estamos ocupados en sacar el barro de nuestras casas, recuperar nuestros jardines, garajes, coches y utensilios, y que lo único que hemos pretendido desde el minuto uno ha sido precisamente eso, recuperar nuestra normalidad".
Las trabas de los primos del rey emérito
El presidente de la asociación sevillana Raids Solidarios, Ignacio Martínez, ha detallado que el pasado 6 de noviembre los tres vehículos 4x4 de voluntarios de la entidad que iban a ayudar a los afectados por la DANA se encontraron varias trabas por parte de los propietarios de la finca. Según ha contado, antes de llegar al puente destruido, los vigilantes de la finca ya los pararon en la carretera que conduce al puente para "decirnos que no podíamos acceder", ya que el puente estaba destruido y solo se podría llegar hasta él por la finca privada, y que "era mejor que no siguiéramos". La expedición le contestó que llegarían al puente para "estudiar una posibilidad de paso". Los voluntarios repartieron comida y productos de limpieza en Requena y después se trasladaron hasta la aldea del Reatillo. Allí dejaron sus vehículos aparcados y, con la ayuda de los vecinos de la aldea, "creamos un pequeño paso para los peatones, colocando algunas piedras y una cuerda de seguridad para poder acceder andando hasta la aldea y poder realizar trabajos de limpieza en las casas más afectadas", ha detallado Martínez. En ese momento comprobaron que el acceso con los vehículos era fácil, pero que, efectivamente, tenía que hacerse cruzando la finca de los primos del rey emérito "y recorriendo unos 500 metros por una pista en mal estado de la finca".
Según un comunicado de la asociación vecinal, en la zona se personaron vehículos de la Guardia Civil, para saber si los vecinos necesitaban alimentos o medicamentos y les ofrecieron la posibilidad de salir de la aldea "si era necesario". "También nos dijeron que, si podíamos continuar aquí, es donde mejor estaríamos, siempre que pudieran facilitarnos un acceso, ya que era nuestra vivienda habitual. Entendían perfectamente que quisiéramos quedarnos en nuestras casas si era posible, intentando limpiar el barro y arreglar poco a poco los desperfectos. Los voluntarios llegados de Sevilla trataron de acceder a la aldea evitando las trabas de los propietarios de la finca. "Volvieron a ir al puente a esperar a que llegaran, cuando llegaron los agentes de la Guardia Civil los acompañaban en el mismo vehículo los vigilantes de la finca, y con el mismo argumentario que hemos visto en la carta del propietario de la finca, dijeron que no teníamos su autorización", ha explicado Martínez.
Caminos alternativos
Cuando los encargados de la vigilancia de la finca se presentaron con los agentes de la Guardia Civil, les aseguraron que existen "caminos alternativos" para poder llegar a la aldea. Según ha narrado Martínez, "nos acompañaron hasta un cruce de la carretera y nos indicaron el camino a seguir". Sin embargo, después de recorrer estos caminos, comprobaron que "ninguna de las tres alternativas era practicable, son caminos que deben de llevar decenios sin usarse, totalmente rotos y cubiertos en su gran parte de vegetación". Además, añade que si hubieran podido acceder tendrían que haber cruzado el río, ya que la aldea está ubicada en la orilla de enfrente. "Pasamos casi todo el día buscando los caminos y pasos que nos indicaron los vigilantes y la Guardia Civil. Por lo que decidimos volver, dejar aparcados nuestros coches (evitando conflictos con la propiedad de la finca) y cruzar caminando". El presidente de la asociación Raids Solidarios también considera "totalmente increíble" la actitud de los propietarios de la finca, los cuales, "conociendo las circunstancias, impidieron el paso a la aldea del Reatillo" y les hicieron ir "por una pista en mal estado que discurre por el límite de la finca".