Los Mossos d'Esquadra detuvieron el 17 de enero a un hombre como presunto autor de tres robos con violencia e intimidación en gasolineras y otro en un horno de pan en Vilafranca del Penedès. El atracador utilizaba un cuchillo de cocina para amenazar a los trabajadores de los establecimientos y llevarse el dinero de la caja.

La investigación empezó el 11 de noviembre, cuando los Mossos fueron alertados de un robo en una gasolinera del municipio. En este primer caso, el autor del robo, que llevaba una chaqueta oscura con capucha, había utilizado un cuchillo para intimidar a la trabajadora de la gasolinera y se había llevado el dinero de la caja.

El 20 de noviembre cometió un segundo atraco de la misma manera y también en una gasolinera de Vilafranca del Penedès. Esta vez, sin embargo, el trabajador impidió que se llevara el dinero y el ladrón huyó del lugar sin llevarse nada.

El 11 de enero, el mismo hombre cometió un tercer robo en otra gasolinera del municipio y en este tercer caso, sí que se llevó el dinero. El 16 de enero atracó un horno de pan, pero esta vez con la cara descubierta. El atracador amenazó a la trabajadora cuando estaba a punto de cerrar la tienda y se llevó el dinero.

Gracias a las imágenes grabadas por el sistema de videovigilancia de los establecimientos, los Mossos van identificar el hombre y lo detuvieron el 17 de enero. El detenido es de nacionalidad española, de 47 años y vecino del Creixell. El hombre pasó a disposición judicial y el juez de guardia decretó su ingreso en la prisión.

Otro hombre a prisión por un robatorio a punta de cuchillo en Santa Coloma de Farners

Por otro lado, el juzgado de instrucción en funciones de guarida, envió ayer a prisión a un hombre de 24 años, con antecedentes y de nacionalidad española que atracó una farmacia de Santa Coloma de Farners a punta de cuchillo, después de haber sido detenido el lunes por los Mossos por un supuesto delito de robo con violencia e intimidación. 

El lunes el delincuente entró en la farmacia situada en la calle Francesc Camprodon. Dentro había una trabajadora que en aquellos momentos estaba sola. El ladrón sacó un cuchillo de grandes dimensiones y exigió el dinero de la caja, y la trabajadora se lo dio. 

Una persona que estaba fuera del establecimiento, vio como el delincuente se cambiaba de ropa para pasar desapercibido y entraba en un bar del pueblo. Gracias a la colaboración ciudadana, los agentes localizaron al sospechoso en el interior del bar y lo detuvieron.