Las prisiones catalanas dan un paso importante para garantizar el derecho de defensa. El Departament de Justicia permitirá que los reclusos pendientes de juicio puedan revisar todas las pruebas que hay contra ellos a través de un ordenador que podrá entrar en el centro su abogado. Hasta ahora, los abogados y abogadas solo podían entrar papeles de las causas penales y enseñarlos a través del cristal del locutorio a la persona acusada de un delito. Actualmente, del total de 7978 reclusos que hay en los centros penitenciarios catalanes, unos 1.672 son preventivos. La medida, inicialmente, funcionará en la prisión de Brians 1, donde se concentra el número más elevado de personas pendientes de juicio, unos 800 internos.

La consellera de Justicia, Derechos y Memoria, Gemma Ubasart, ha anunciado esta mejora de las comunicaciones entre los internos y sus abogados en el interior de los centros penitenciarios, junto con la presidenta del Consejo de la Abogacía Catalana, Encarna Orduna, y el secretario de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima, Amand Calderó, este viernes.

La consellera de Justícia i la presidenta de l'Advocacia Catalana
La consellera de Justícia, Gemma Ubasart,  la presidenta de la Abogacía Catalana, Encarna Orduna, y el secretario de Mesures Penals, Amand Calderó, este viernes. /Foto: D:P.

 “Es una medida históricamente reivindicada por el colectivo de los abogados, que se ha ultimado desde este verano”, ha explicado la conselleraa, que ha asegurado que es “una medida pionera en el Estado que refuerza el derecho de defensa de las personas internas y garantiza unas mejores condiciones de trabajo a las letradas y letrados. La presidenta del Consejo de la Abogacía Catalana, Encarna Orduna ha remarcado: “Hoy hacemos un nuevo paso adelante, que no es solo una facilidad para los profesionales, sino que significa, sobre todo, el refuerzo del derecho a la defensa, que es la prioridad de la abogacía.”

Medida en todos los centros

 La medida, inicialmente, funcionará en la prisión de Brians 1, donde se concentra el número más elevado de personas pendientes de juicio, unos 800 internos. “Se ha detallado que en octubre la medida se hará extensiva a Wad-Ras, Brians 2, Jóvenes, Lledoners, Puig de las Basses y Mas de Enric; y en noviembre, a Quatre Camins.

Actualmente, en los centros penitenciarios de Catalunya y del Estado español no se permite la entrada de móviles ni a los abogados, ni a las visitas, ni tampoco los ordenadores, si no lo autoriza de forma excepcional un juez para garantizar su derecho de defensa. Los reclusos pueden tener todo el expediente de su caso en papel y sin grapas. Los ordenadores, sin acceso a Internet, que hay en las prisiones catalanas son utilizados en las clases de formación.

De 8 tomos a escuchar un audio

El abogado Carles Martínez ha declarado que esta medida "es beneficiosa porque el interno tiene que tener conocimiento de toda la prueba que hay contra él, y más actualmente cuándo hay mucha prueba digital". El penalista recuerda haber llevado un sumario de 8 tomos a la prisión, todo fotocopiado, y en dos días, para enseñarle al interno y las imágenes de vídeos relacionados con la causa las imprimen frame en frame.

Carles Martínez, advocat. Foto: M.P.
El abogado Carles Martínez, en su despacho de Barcelona. / Foto: M.P.

A partir de ahora, los presos podrán ver los vídeos -claves, si los incrimina- y escuchar audios de la causa penal, a partir de unas copias que su abogado tendrá en un ordenador, el cual también tendrá limitaciones: sin conexión a internet, y que no se use lápiz de memoria. "Que la persona pueda escuchar una conversación es muy importante: la puede interpretar bien, dar ideas para su defensa", declara Martínez y añade: "La prisión priva de libertad, pero una persona no tiene que perder la evolución digital si está 4 o 5 años cerrada."

Carles Martínez espera que estas mejoras puedan ser usadas por todos los reclusos, preventivos y condenados, y que las prisiones tengan salas, donde el preso se pueda reunir con su abogado o abogada sin un vidrio de por el medio.

 

 

En la foto principal, internos de una prisión catalana hacen una actividad formativa con ordenadores. / Foto: D.J.