Los profesores asociados de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la Universidad de Barcelona (UB) y de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) secundan este miércoles una huelga contra su precariedad laboral. No confían en que la nueva ley de ordenación del sistema universitario (LOSU) ponga remedio a esta precariedad cronificada del sistema universitario del Estado español.
El total del Personal Docente e Investigador (PDI) en las universidades públicas catalanas es de 12.226 trabajadores. De estos, 5.000 son asociados y unos 800 "han dado el paso de obtener una acreditación por ser profesorado permanente y, por lo tanto, para hacer carrera a la universidad". Desgranado, pero universidades, encontramos que el porcentaje de profesores asociado a la UAB es del 60,7%; en la UB un 60% en algas facultades de la UPC este porcentaje se sube hasta el 70%, explica a Efe la profesora asociada de la UAB Núria Suero.
Si la posición de profesor asociado se puede considerar precaria, la retribución también. Cada universidad determina la categoría de su profesorado asociado, los salarios son diferentes, por lo cual el colectivo asociado a la UAB percibe entre 160 y 960 euros brutos mensuales, en función del número de asignaturas que imparte, y en la UB cobra entre 180 y 780 euros brutos en el mes.
Protestas de la UAB en Barcelona
La jornada de huelga ha empezado en la UAB con un piquete informativo conformado por unos treinta profesores asociados que se han colocado en la entrada de la plaza Cívica desde los ferrocarriles. Una pancarta con el lema: "Bastante precariedad en la universidad. Profesorado asociado en huelga", los participantes en el piquete han hecho un llamamiento a la solidaridad y han informado de los motivos de la huelga. Las protestas no acaban en los respectivos centros, sino que hay convocada una manifestación en Barcelona a las 18:30 horas de la tarde.
De la teoría a la práctica
Teóricamente, la función del profesor adjunto se limita a ser una especie de puente entre el talento profesional y la esfera académica. Es decir, tiene que ser un profesional de prestigio que aporta a la docencia su conexión y conocimientos sobre el mundo laboral en el área que imparte. En la práctica, a causa de la falta de profesorado en las universidades, los asociados han acabado desarrollando tareas estructurales que no corresponden a su categoría sin mejoras en sus condiciones.
La nueva ley universitaria se prevé que solo el 20% del colectivo docente universitario podrá ser profesor asociado (hasta ahora lo es el 40%), cosa que según los asociados supondrá el despido del 20% de la actual plantilla de profesores asociados si las universidades catalanas no generan plazas para integrar en la vida académica los llamados 'falsos asociados', que es profesorado a tiempo parcial que lleva a cabo tareas estructurales". Desde la comunidad universitaria ya se ha planteado anteriormente que la nueva normativa, más que ayudar, hundirá todavía más al colectivo.