Una de las grandes atracciones de los turistas en Estados Unidos es visitar las casas donde se han rodado escenas de las películas y las series más famosas e incluso, a veces, construyen réplicas como las de la muñeca Polly Pocket o Barbie. Esta costumbre puede traer consecuencias negativas para los dueños de las casas o los vecinos de la zona. Es el caso de la propietaria del mítico apartamento de Carrie Bradshaw, protagonista de la serie Sexo en Nueva York, que está cansadA de que su casa sea un "destino turístico global" desde hace casi 30 años, y reclama que se coloque una reja metálica para que las personas que viven allí puedan recuperar la calidad de vida". La mujer que se identifica como BArbara Lorber se ha presentado esta semana a una audiencia pública de la Comisión de Conservación de Monumentos de Nueva York, donde ha reclamado que necesita una "protección" que ha pospuesto durante décadas.
La casa de Carrie Bradshaw
La mujer es propietaria de la casa desde 1978 y afirma que hay un "interés interminable sobre la célebre escalinata", que aparece en una infinidad de momentos tanto de la serie como de las películas. La casa de cuatro pisos se encuentra en el número 66 de Perry Street y se parece a muchas otras del West Village, pero la legión de fans de la serie es capaz de distinguir la escalinata de su entrada, por la cual Carrie subió tantas veces con sus tacones Manolo Blahnik, y siguen yendo diariamente a verla.
"A cualquier hora del día o la noche, hay grupos de visitantes frente la casa haciendo fotos con flash, hablando en voz alta, publicando en redes sociales, haciendo vídeos de TikTok o simplemente celebrando el momento", ha relatado a la propietaria en una carta sin firmar a las autoridades de conservación. Las pruebas de las visitas constantes y del cansancio de los vecinos son una cadena al pie de la escalinata que restringe el paso a la "propiedad privada" y varios carteles disuasivos que piden no hacer ruido, no subir por los peldaños, y hasta uno que sugiere a los que se hagan un 'selfie' que dé después dinero en refugios de animales. Lamenta, sin embargo, que esta medida no ha funcionado, porque muchos visitantes "la saltan y se hacen fotografías, bailan o se tienden en las escaleras, suben para mirar a las ventanas del comedor, intentan abrir la puerta principal, o de noche, cuando están borrachos, pican en el timbre". Además, a veces también se producen actos vandálicos, como pintadas en la vivienda.
Atractivo turístico interminable
Sexo en Nueva York se estrenó en 1998, 10 años más tarde se estrenó la primera película y la segunda llegó a los cines en 2010. Sin embargo, la nueva serie And justo like that estrenada en 2021 en HBO ha vuelto a catapultar la fama de la escalinata y ha llevado a nuevos seguidores que no habían nacido cuando se estrenó la serie en los noventa. Lorber ha explicado que en el edificio viven tres familias, y obtuvo permiso para instalar una reja que espera que devuelva "calidad de vida" a sus inquilinos, e incluso contó con el apoyo de su vecina de delante, quien denunció haber recibido amenazas al llamar la atención a los turistas. La propietaria reconoce que nadie se podía imaginar que la serie se convertiría en una "piedra angular de la magia de Nueva York", y entona un mea culpa: "Me dio lástima el joven encargado de localizaciones", que "me dijo que si no conseguía ESTA casa, perdería su primer trabajo de verdad en el sector", ha apuntado en su carta.
La calle Perry es una parada obligatoria de muchos tours, cuando hace buen tiempo todavía reciben a más turistas, pero ni las noches más gélidas de Nueva York evita que los más curiosos se acerquen a hacerse fotos. Una turista procedente de Texas, Angela Guerra, ha reconocido que la reja "es mejor para las fotos y vídeos, para ella y su privacidad, y la será mejor que la cadena porque todas las casas por aquí las tienen, aunque ha reconocido que "tenía que ver" la casa de Carrie antes de marcharse de la ciudad. Su amigo, Charlie Talmer, coincide en que es una medida de seguridad "prudente" y sin "mala intención para los fans": "No dudo de que haya gente que intente subir, hacer ruido, y puede ser peligroso", apostilla.