El Ministerio de Transportes ha aprobado definitivamente el estudio informativo para construir la nueva estación de AVE al aeropuerto Girona-Costa Brava. En el estudio se ha apostado por la alternativa 2, que supondrá una inversión de 126,7 millones de euros y que consistirá en levantar la estación, desplegar una pasarela para peatones para conectarla con el aeropuerto y un ramal para los trenes lanzadera desde Barcelona. La estación se ubicará a la prolongación de las vías del PAET (Punto de Adelantamiento y Estacionamiento de Trenes) existente en la línea de la alta velocidad en el término de Vilobí d'Onyar. Según el estudio de demanda realizado, la estación podrá captar unos 3,1 millones de usuarios anuales. Este proyecto permitiría ampliar la operatividad del aeropuerto de Girona y descongestionar así el aeropuerto de El Prat.
El nuevo edificio tendrá una superficie construida de 7.675 metros cuadrados y los pasos entre andenes se darán a través de pasarelas sobre las vías. El edificio de viajeros se ubicará en el oeste de la línea y la conexión entre ambos se hará con una pasarela para peatones de 493 metros de longitud y cinco de altura que unirá el vestíbulo de la estación con la segunda planta de la terminal de viajeros del aeropuerto. La pasarela, además, permitirá esquivar la carretera GIV-5343.
Con respecto a la obra ferroviaria, se ampliará la longitud de las vías del PAET de Vilobí hacia Girona, incorporando las instalaciones y los andenes correspondientes. La nueva estación tendrá un total de cuatro vías y dos andenes de 400 metros para el tráfico pesado y dos vías adicionales y un único andén de 220 metros para servicios lanzadera con origen y destino Barcelona. Para incorporar estos trenes, se construirá un ramal en vía única de 5,2 kilómetros adjunto a la plataforma existente. En este ramal, habrá una pérgola sobre la línea de alta velocidad, dos viaductos y la prolongación de las obras de drenaje y pasos de fauna transversales bajo la línea actual.
La obra, en dos fases
La estación se planifica en dos fases. La primera servirá para dar servicio al tráfico pesado, que permita el máximo aprovechamiento de las plazas ofrecidas para las circulaciones actuales de la línea. La segunda fase permitirá incorporar el tráfico de trenes lanzadera exclusivos para la conexión de Barcelona con el aeropuerto sin ocupar la vía general. En esta segunda fase se desarrollará el ramal, que empezará unos 3,8 kilómetros en el sur del edificio del PAET actual.
Por otra parte, el estudio prevé un aparcamiento público con 250 plazas, cerrado y con control de acceso. Además, hay prevista una parada de buses y una zona de parada momentánea de los vehículos que lleven viajeros, renombre kiss and train. También habrá parada de taxis y un espacio reservado para vehículos de emergencias. La urbanización de la estación incluye un vial de conexión desde la carretera GIV-5343, que facilitará el acceso de los usuarios provenientes de la zona y que se tendrá que definir en fase de proyecto de acuerdo con al tráfico previsto.
La propuesta de revisión del Plan Director del aeropuerto preveía la mejora de la conectividad con Barcelona, intentando aumentar su área de influencia, para potenciar el destino Catalunya en su conjunto con el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, con el que compartirá sinergias, tal como pasa en el resto de grandes ciudades europeas con más de un aeropuerto. El 31 de marzo del 2023 se publicó en el BOE que el estudio informativo se sometía a información pública y el 9 de octubre del 2024, el Ministerio para la Transición Ecológica elaboró la declaración de impacto ambiental del estudio informativo.