El conseller de Justicia, Ramon Espadaler, ha anunciado, este lunes, una decena de medidas para actualizar el programa marco contra los suicidios que funciona en las prisiones catalanas desde el 2021 con el fin de evitar más casos ante el nuevo repunte. Este año ya son 11 las personas que se han quitado la vida en las celdas; la última de la semana pasada, según informó el Departament de Justicia. Una de estas acciones es que un psiquiatra podrá ordenar que un recluso no sea encerrado en aislamiento si tiene un riesgo de suicidio, según ha detallado Aina Plaza, directora general de Planificación del Departament de Salud. Y es que gran parte de las 54 personas que se suicidaron los últimos cinco años en las prisiones fue aislado en la celda y en el régimen cerrado del DERT, según un estudio encargado por Justicia y con datos oficiales. Actualmente, de las 8.441 personas que cumplen una condena en Catalunya, 143 (un 2%), lo hacen en régimen cerrado por inadaptación y peligrosidad.

Los centros penitenciarios catalanes activaron 649 casos la alerta del riesgo de suicidio este año del total de personas que han pasado por las prisiones, que puede llegar a las 14.000, según ha detallado Elena Pérez, secretaria de Medidas Penales. Pérez ha admitido que tienen que reforzar la vigilancia médica, especialmente cuando la persona está aislada (ha diferenciado dos casos: en celda y el DERT), y también cuando salen de este aislamiento.

Un estudio sobre los motivos de las mujeres

En el estudio Anaïs, de los 54 suicidios, 5 eran mujeres y ninguna tenía activado el programa de control riesgo. En este sentido, el conseller Espadaler ha adelantado que se encargará un estudio  de los suicidios  con perspectiva de género para poder detectarlo, que es una de las recomendaciones del informe. "Las mujeres tienen motivaciones diferentes, la mayoría ha sufrido violencia de género, y hay que  saber qué les hace caer en la desesperanza", ha añadido Pérez.

La vigilancia médica siempre está garantizada en los casos de riesgo alto, y ahora se quieren reforzar los controles, en el riesgo medio y bajo, han indicado los responsables de Justicia y Salud. Además de este control médico, también se crearán equipos de bienestar en todos los centros para que profesionales y funcionarios de diferentes ámbitos de Justicia y de Salud informen, como también se buscará la complicidad de los internos.

Cambio de sábanas y ventanas

Los responsables de Justicia también han anunciado que revisarán el material que hay en los centros para evitar los suicidios, tal como recomienda el estudio. En la mayoría de casos, la persona se cuelga con la sábana, y se recomienda de papel o no resistente, o eliminar los barrotes de las ventanas. En este sentido, Pérez también ha avanzado  que se estudiará hacer  celdas comunicadas o con vidrios para que los internos puedan ver a sus compañeros en riesgo, y alertar al equipo del centro.

Finalmente, el conseller Espadaler ha afirmado que aunque "es una cifra pequeña, cada suicidio es un fracaso" y  ha insistido que "no se empieza de cero", porque había un programa y también que el anterior equipo de Justicia, con Gemma Ubasart, aprobó un refuerzo de psicólogos y educadores y otros profesionales, por evitar agresiones y suicidios, que ahora se incorporan a los centros.