A pesar de no ser conscientes del todo, consumimos activamente y sobre todo, de forma pasiva e inconsciente, un montón de anuncios publicitarios a lo largo de nuestro día. De hecho, se estima que recibimos por término medio entre unos 3.000 y unos 5.000 impactos o anuncios publicitarios cada día, de los cuales la gran mayoría no recordamos ni nos quedan grabados en la retina, solo el 10% de estos les llegamos a procesar según apuntan los expertos. ¿Sin embargo, de qué depende que unos anuncios los recordemos y otros no les hagamos ni caso? ¿Cuál es el soporte más efectivo donde anunciarse para llegar a las grandes masas? ¿Es el contenido del anuncio el único factor que determinará el éxito de la campaña? Analicemos cómo juegan con nuestro subconsciente y, sobre todo, cómo lo hacen para -cuándo menos te lo esperas-, hacerte llegar un impacto que te puede marcar y condicionar tu comportamiento llegando a tomar nuevas decisiones.
Poniendo el foco con uno de los soportes más efectivos que encontramos en la calle, encontraríamos en primera posición la publicidad que se encuentra asociada a los medios de transporte, concretamente en la publicidad de los autobuses urbanos, según apuntan los estudios de medios. Estos soportes cuentan con una gran visibilidad porque disponen de un alto número de usuarios que los utilizan así como el resto de usuarios que se los cruza por los lugares donde recorren, que acostumbran a ser calles y plazas de poblaciones muy densificadas. Un hecho que les ofrece una mayor visibilidad llegando a miles de ciudadanos que en un momento u otro del día se los encuentra de frente. Unos soportes que acostumbran a ir destinados a la cobertura de grandes campañas publicitarias como pueden ser espectáculos teatrales o estrenos cinematográficos.
Solo en Barcelona, la red de autobuses de la capital está formada por 106 líneas que recorren cerca de 900 kilómetros por la ciudad y de los municipios próximos, disponiendo de más de 1.134 vehículos que no paran el motor durante el día, a lo largo de los 365 días del año.
¿Cómo funciona el sistema publicitario a TMB?
Para conocer como funcionan las campañas publicitarias de cerca en el sector del transporte público metropolitano, contactamos con el servicio de prensa de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), que nos explican que en la compañía, así como los operadores de transporte público general, "la publicidad en autobuses forma parte de la política de comercialización de las redes con la cual se obtienen los ingresos para complementar y mejorar los que provienen de las tarifas y subvenciones".
Conscientes de que la publicidad que se incorpora en autobuses urbanos es el soporte más visible entre los soportes de publicidad exterior, TMB no gestiona directamente sus campañas -como muchas otras empresas o instituciones-, sino que contrata a terceros especializados para que se ocupen de ello. "Unas empresas llamadas exclusivistas que son seleccionadas periódicamente mediante concursos públicos", según detallan fuentes de la misma compañía de transportes.
Unos especialistas, los exclusivistas, que se encuentran contratados para las redes de metro y de autobuses, para incorporar publicidad tanto en sus exteriores como también en los interiores de los convoyes o buses. Con respecto a las modalidades de los soportes exteriores de los autobuses urbanos, los que acumulan un mayor impacto, encontramos los laterales, que se posicionan bajo las ventanas o bien ocupando parte de estas, en la parte posterior del vehículo o los formatos integrales, que ocupan todos los lados de los vehículos.
Unas modalidades que pueden variar en función de la campaña así como su duración, el número de unidades donde posicionarse y el territorio que se quiera cubrir. "Los anunciantes o sus agencias publicitarias plantean sus necesidades al exclusivista y estos, les hacen su presupuesto a medida", concretan TMB. "Unos contratos que no incluyen la explotación de las marquesinas ni el resto de mobiliario urbano, que acostumbra a pertenecer a los municipios".
Unas opciones que TMB multiplica con el uso también por toda la ciudad del Barcelona Bus Turístico, que cuenta con una flota de 65 autobuses y tres rutas diferenciadas, llegando a transportar por término medio a más de 2 millones de pasajeros el año.