El Puerto de Tarragona ha iniciado los trabajos de adecuación de una tubería que permitiría cargar barcos con agua, para estar así preparado en caso de que se requiriera enviar agua a Barcelona. El conseller de Acció Climàtica de la Generalitat, David Mascort, ya afirmó al principio de semana que la posibilidad de llevar agua en barcos desde la desalinizadora de Sagunt (València), pactada con el Gobierno, no descartaba otras opciones. Así, la Generalitat se reserva la posibilidad de que, si la situación de la sequía sigue empeorando, barcos puedan traer agua tanto de Sagunt como de Tarragona en torno al mes de junio.
El Puerto de Barcelona ya inició hace unos meses las actuaciones para estar preparado para recibir agua y ahora es el de Tarragona que hace lo mismo para poder cargar agua en barcos. Fuentes del Puerto de Tarragona han explicado a Efe que el año pasado ya empezaron por iniciativa propia a hacer una revisión de las instalaciones necesarias para esta operación, que no se han utilizado desde el 2008.
Una larga cañería para llenar barcos
En concreto, se trata de una cañería de unos 900 metros de longitud y 50 cm de diámetro que tiene la capacidad de llenar un barco de 20.000 m3 en unas 12 horas. Esta cañería conecta el muelle de Rioja del Puerto de Tarragona con la red general de agua, gestionada por EMATSA (Empresa Municipal Mixta de Aguas de Tarragona). Los técnicos llevaron a cabo pruebas de presión y estanqueidad, y detectaron la existencia de escapes leves. Desde este jueves se está trabajando en la detección de la ubicación de los escapes y, en breve, se procederá a sellarlas, han informado las mismas fuentes del Puerto de Tarragona.
¿De dónde vendría el agua de Tarragona?
En paralelo, se han mantenido contactos en nivel técnico con la Agencia Catalana del Agua (ACA), el Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) y EMATSA para tratar temas relacionados con la llegada del agua hasta el Muelle de Rioja. El agua que se cargaría en los barcos sería del Consorcio Aguas de Tarragona (CAT), que a su vez procede del conocido como "minitrasvase del Ebre". Esta actuación se hizo a finales de los años 80 desde el sur de la provincia tarraconense hasta el Camp de Tarragona, para dotar de agua esta zona más poblada y con industrias, sin que la conexión continuara más en el norte hacia Barcelona, una opción que la Generalitat sigue descartando hoy día.
Por ahora, el Govern ha decretado la entrada en la fase de emergencia en el sistema Ter-Llobregat, de este depende la mayor parte de la ciudadanía catalana —cerca de 6 millones de personas— e incluye municipios como Barcelona, su área metropolitana, y parte de la demarcación de Girona. Sin embargo, el Plan Especial de Sequía (PES) del Govern contempla tres niveles de emergencia en función de cuál sea el estado de los embalses del sistema Ter-Llobregat.