A la espera de que el Ministerio para la Transición Ecológica actúe en la reparación de la barra del Trabucador, seriamente afectada por el temporal de levante, la empresa Infosa, que explota las salinas de la Punta de la Banya, ha habilitado un camino "precario" de arena, de unos diez metros de anchura como máximo, para poder acceder provisionalmente a sus instalaciones. Este jueves fue el primer día que lo pudieron hacer por el suelo. "No nos han quedado más narices que actuar", asegura el gerente de Infosa, Joan Sucarrats. La empresa ha movilizado unas 18 máquinas desde hace prácticamente cuatro semanas para poder recuperar el acceso, invirtiendo entre 200.000 y 300.000 euros. El Ministerio prevé actuar pronto trasladando 120.000 metros cúbicos de arena.
Ni la sesentena de trabajadores de Infosa ni los camiones que se encargan de distribuir la sal que producen han podido acceder a la Punta de la Banya desde hace más de 20 días. El temporal provocó, según Sucarrats, "la mayor ruptura que se recuerda" de la barra. El gerente de Infosa asegura que "los últimos cuatro kilómetros desaparecieron y han quedado hundidos bajo el mar. Estamos en la precariedad total".
Desde este jueves, los trabajadores pueden acceder con todoterrenos hasta las instalaciones de la Punta de la Banya. Entre el lunes y el próximo martes, Infosa efectuará pruebas para poder comprobar si es factible que lleguen también los camiones. Todo dependerá de si el terreno está lo bastante compactado. De momento, y mientras no actúe el Ministerio, los tractores, camiones y máquinas seguirán trabajando diariamente para evitar que el oleaje se lleve el paso. Según Sucarrats, se trata de una solución "provisional" que "cualquier temporal de llevante", de dimensiones inferiores a la del Temporal Gloria, podría acabar estropeando de nuevo.
Para la empresa, este escenario supone una "inseguridad total", con la actividad totalmente paralizada durante prácticamente cuatro semanas y pérdidas económicas que pueden repercutir en su fondo comercial. Al margen del acceso, Sucarrats apunta que se han producido daños en la guardamar exterior, entre otros puntos de las instalaciones. El problema, sin embargo, admite que es "al conjunto del Delta": "Si las administraciones no se toman seriamente el problema de la regresión, la falta de sedimentos y la subsidencia y no toman medidas a corto plazo para atacarlo lo tendremos difícil".
Inversión pública de 700.000 euros
La recuperación del espacio de la barra del Trabucador será una de las principales prioridades de las actuaciones previstas en el Delta de l'Ebre para reparar los estragos del temporal de levante. Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica apuntan que la obra se está tramitando y podría empezar a ejecutarse en 20 días. La previsión es invertir unos 700.000 euros en, principalmente, el traslado de 120.000 metros cúbicos de arena que provendría del material arrastrado por el temporal en el interior de la bahía de los Alfaques y de la playa de los Eucaliptos.
Eso posibilitaría ensanchar el camino construido por Infosa hasta los 50 metros en los tramos de los tres kilómetros finales de la barra que conecta con la punta de la Banya. Con el tiempo, y como en temporales pasados, el istmo acumularía nuevamente sedimentos y se ensancharía de forma natural. Una solución que, a pesar de todo, seguirá siendo "precaria", según Sucarrats, que duda de que la barra se acabe regenerando por ella misma: "Tenemos nuestras dudas y, si se regenera, necesita muchos días".
Más allá de la estricta aportación de arena, la actuación pública en el espacio prevé intentar poner solución a un problema generado por las obras que se realizaron en los años 90 para intentar fijar la barra. El temporal ha hecho aflorar la duna y el rompeolas de piedra por donde se hizo pasar en aquel momento el camino. La dinámica natural, impulsada por el temporal de llevante, ha trasladado el istmo unos 50 metros hacia el interior de la bahía de los Alfacs. Eso ha dejado al descubierto estos elementos, que ahora actúan como espigones reteniendo arcos de arena y actuante como trampas que inmovilizan los sedimentos e impiden su dinámica natural. En este sentido, las obras incluirán también la retirada de la mayor cantidad posible de estas piedras para restablecer el tráfico natural de los sedimentos.