Las fiestas de Navidad ya se han acabado. Año nuevo, vida nueva. Cerrar puertas y abrir otras. O eso dicen. Entre la lista de propósitos de ir al gimnasio, leer más libros y ahorrar también está el de adelgazar. Y entre los mil portales de nutrición y dietética y webs de noticias sobre cómo conseguirlo de la manera más fácil y rápida posible, aparece la dieta keto. Aunque empezó a despertar el año pasado, ya hace tiempo que marca tendencia. La dieta cetogénica consiste en eliminar o reducir al máximo todos los hidratos y apostar por las grasas y las proteínas. Normalmente se utiliza en determinados ámbitos deportivos o con personas que tienen obesidad o sobrepeso y necesitan bajar de peso muy rápidamente. Sin embargo, ¿realmente funciona? ¿En qué consiste?
Orígenes de la dieta keto
"La dieta keto proviene del término dieta cetogénica que describió al doctor Russell M. Wilder el año 1921 para el tratamiento de la epilepsia y consistía al aumentar los cuerpos cetónicos en sangre para producir la cetosis similar a lo que sucede durante el ayuno al usar las reservas de grasa como energía", detalla, Rosa Baró Vilà, dietista-nutricionista y portavoz del Col·legi de Dietistes-Nutricionistes de Catalunya (CoDiNuCat).
"Lo podemos producir consumiendo muy pocos hidratos de carbono provocando un déficit, o realizando un consumo de energía más bajo en el que necesitamos, o en ayunas", insiste. "Desde hace un tiempo que parece estar de moda primero entre los deportistas y actualmente entre la población general. Encontramos diferentes variantes según la cantidad de hidratos de carbono y las podemos denominar LowCarb", ironiza.
"En estas dietas, el máximo que puedes consumir de carbohidratos son unos 50 gramos al día, que son el equivalente a tres rebanadas de pan de molde", matiza Diana A. Díaz Rizzolo, doctora, dietista y nutricionista y profesora colaboradora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Riesgos
Sin embargo, ¿existe una dieta milagro? La respuesta es bien simple: no. "Si hacemos una búsqueda bibliográfica, veremos que se citan posibles efectos secundarios a corto plazo, como son los cálculos renales, hemorragias gastrointestinales, vómitos, hiperlipidemia, colitis ulcerosa e incluso en casos extremos, coma. No sólo eso, sino que citan posibles alteraciones bioquímicas como hipoglucemia, acidosis metabólica, hipoproteinemia, hipertrigliceridemia, hiperuricemia, hipertransaminemia, hipercolesterolemia, hiponatremia e incluso hipomagnasemia," detalla la portavoz.
En esta misma línea, Díaz Rizzolo asegura que a pesar de la pérdida de peso a corto plazo "porque se restringen las calorías, aumentamos el consumo de grasas con menos cantidad y también el gasto calórico". Es complicado prolongarla de forma continuada. Así, "a largo plazo no hay datos que nos digan que será sostenible". Hay que insistir en el hecho que esta dieta es muy restrictiva y que, por lo tanto, no te permite hacer ninguna comida fuera y, en consecuencia, castiga drásticamente la vida social.
La portavoz del Col·legi de Dietistes-Nutricionistes de Catalunya también se acoge a algunos estudios científicos para poner énfasis en este mismo hecho. Ambas coinciden en que puede haber algunos efectos secundarios como un fallo hepático, alteraciones de los ganglios, estreñimiento, reflujo gastroesofágico, urolitiasis, osteopenia, cardiomiopatía y neuropatía óptica aparte de alteraciones bioquímicas como dislipemias, anemia, hipocarnitinemia, dislipemias, elevación de ácidos grasos de cadena muy larga y déficits de vitaminas y de minerales.
Dieta keto vs dieta convencional
"Las dietas cetogénicas y las convencionales tienen una eficacia similar en los resultados de pérdida de peso, sin embargo, las primeras tienen más efectos secundarios y más limitaciones", detalla Baró Vilà.
"Existe realmente evidencia de que lo que tiene mayor influencia es la adherencia al plan alimentario; por lo tanto el foco de atención de las profesionales dietistas-nutricionistas son los esfuerzos por mejorar la adherencia al tratamiento en las personas que buscan mejorar su composición corporal", insiste.
¿Qué te puede pasar si la dejas de repente?
"Las restricciones de hidratos de carbono pueden hacer funcionar de forma no correcta la tiroides de la persona, puede ser una adaptación o un síntoma de que algo va mal. Depende de la persona y su historial clínico", comenta Baró Vilà. "Otras personas tienen alteraciones del perfil lipídico, por ejemplo, les aumenta el colesterol LDL. No todo el mundo puede metabolizar grasas con la misma eficiencia. Depende de su herencia genética".
Por otro lado, también insiste en que "podemos notar ligera fatiga, dolores de cabeza o estreñimiento. Valoramos siempre el consumo de agua, fibra y minerales".
¿Y el temido efecto rebote? Interrumpir de manera brusca este tipo de dietas provoca recuperar el peso con cierta facilidad e incluso más. La explicación es bien sencilla si se consigue racionalizar. "Una dieta tan restrictiva como la keto produce mucha ansiedad. Te pasas el día calculando qué puedes comer y qué no, pensando en aquello que queda fuera y por lo tanto genera angustia. De esta manera, cuando interrumpes la dieta, comes peor", comenta Díaz Rizzolo. "Así, aumenta el estrés y también la ansiedad".
Si haces una dieta keto ten en cuenta que...
"Si se tuviera que seguir una dieta cetogénica la recomendación como dietista-nutricionista es que se pautara con ayuda de una profesional y con base de alimentos saludables ricos en grasas de calidad como el aceite de oliva virgen extra, los frutos secos, el aguacate, el pescado, la carne y los huevos de gallinas en libertad, evitando además las grasas de mala calidad y los alimentos procesados, priorizando las verduras, teniendo control de los electrólitos, como el sodio, el potasio y el magnesio".
"La dieta cetogénica no es la panacea sino que puede ser una herramienta más que hay que utilizar de manera correcta y prudente. Por lo tanto, cuidadocon caer en la trampa de realizar una dieta para poder hacer extras pensando que por un poco no pasa nada y ya lo compensaré", alerta.
"Recordamos que para tener salud la suma de todo es importante: alimentación, actividad física, descanso y el dormir, hábitos y vida social activa", argumenta la portavoz.
¿Qué conclusión se puede extraer de todo?
Tal como comenta Díaz Rizzolo, a corto plazo y para una persona que tiene sobrepeso u obesidad es una opción razonable "porque se pierde peso rápidamente". Un ejemplo, sería, que esta persona se tuviera que someter a una cirugía y, por lo tanto, tuviera que perder peso a toda prisa. Ahora bien, la doctora lo desaconseja totalmente a largo plazo y también para la población general. De esta manera, las expertas insisten en que es importante seguir una dieta equilibrada, alimentación variada y controlar los excesos.