El Servei Català de Trànsit (SCT) trabaja en un plan de choque para evitar los colapsos diarios, el alto número de accidentes e incidencias que se registran y las colas kilométricas que se forman en la AP-7, la autopista que vertebra Catalunya y que la conecta con Francia al norte y con el País Valencià en el sur. El proyecto que redacta Trànsit prevé crear un tramo de velocidad variable entre Maçanet (La Selva) y el Vendrell (Baix Penedès), con la previsión que las obras empiecen en 2025; también está previsto instalar nuevos radares móviles, así como unos centrados en la zona del Ebro para garantizar que los camiones circulen por la derecha; o, incluso, un sistema de semáforos para regular la entrada de vehículos en la vía. En suma, una serie de medidas que para el periodo 2024-2025 están presupuestadas en 8,3 millones de euros.
Para el proyecto, Trànsit ha analizado primero la movilidad en la autopista, que de manera reciente ha sufrido un aumento significativo de la circulación en un 7%, sumado al que ya se produjo cuando se eliminaron los peajes. El aumento es del 6,7% en el caso de los vehículos pesados: quien es usuario habitual u ocasional de la vía sabe el aumento del número de camiones y los problemas de movilidad que ocasionan cuando circulan por los carriles intermedios o incluso el carril de la izquierda. Con respecto a la siniestralidad, durante los primeros meses del 2024 ha habido dos víctimas mortales, mientras que en el 2023 fueron ocho.
Semáforos para dosificar la entrada de vehículos
Para evitar congestiones, Trànsit prevé instalar un sistema de semáforos para controlar y dosificar la entrada de vehículos en la autopista: dejarán acceder a la vía en pequeñas dosis, cada 10 segundos aproximadamente. El primer semáforo se probará en la entrada de la C-35 con AP-7, a la altura de La Roca del Vallès. Se trabaja también en unos radares móviles, que se encuentran en fase de validación, y que se pueden mover por diferentes puntos de la vía dependiendo de la necesidad puntual que se registre. Trànsit prevé instalar cuatro este año y llegar a los 26 en el 2026.
Velocidad variable entre Maçanet de la Selva y el Vendrell y a la C-58
El plan de choque para la AP-7 incluye también la creación de un tramo de velocidad variable entre Maçanet de la Selva y El Vendrell, que abarcaría unos 100 kilómetros de largo. Eso incluirá sistemas predictivos con cámaras de inteligencia artificial, de manera que podrá calcular cuándo habrá retenciones. En este tramo se instalarán radares para comprobar que los conductores cumplen con la velocidad marcada en cada momento. También se espera hacer lo mismo en la C-58, que tiene mucho impacto sobre el tráfico de la autopista. En esta vía se instalará un sistema de velocidad variable que se adjudicará el segundo semestre de este año con la previsión de empezar las obras antes de acabar el 2024.
Controlar que los camiones vayan por la derecha
Con respecto al tramo de Terres de l'Ebre, Trànsit instalará unas cámaras radar para controlar el cumplimiento de circular por la derecha por parte de los camiones en el tramo entre Camarles y Calafat, donde la autopista solo tiene dos carriles por sentido. Ahora mismo, el cumplimiento es del 90%, pero con esta medida se busca llegar al 100% y multar a quien no cumpla.
Más carriles adicionales
También se implementarán carriles adicionales de salida, que ya se han empezado a aplicar durante este año por San Juan y por el gran premio celebrado en Montmeló. Estos carriles adicionales de salida se harán los viernes por la tarde o los sábados por la mañana, en función del tráfico que se prevea. Se prevé un carril adicional de salida de Martorell a El Vendrell de 42 kilómetros, y otro entre Montornès del Vallès y Sils de 53 kilómetros. Asimismo, los fines de semana se instalarán 190 kilómetros de carriles adicionales para mitigar las congestiones.
Reducciones de velocidad
Por otro lado, Trànsit ha decidido que se dejará de aplicar el límite de velocidad máxima a 100 km/h entre Martorell y Gelida los viernes por la tarde y los sábados por la mañana, ya que han constatado que la medida no ha funcionado. Sí que se mantendrán las reducciones de velocidad en 100 km/h en el tramo central de la AP-7 entre el Papiol y Granollers, ya que Trànsit considera que ha dado buenos resultados en la reducción de la siniestralidad y la consideran interesante para contener la velocidad en un tramo que habitualmente concentra muchas retenciones.