¿Pueden unas bacterias ayudar a recuperar metales? Resulta que sí. Las bacterias " comemóviles" son unos microorganismos capaces de recuperar "metales valiosos" de estos y otros artefactos electrónicos, y el Grupo de Tratamiento Biológico de Contaminantes Gases y Olores (BIOGAP) de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) ya trabaja.
La profesora e investigadora de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Manresa (EPSEM) de la UPC Conxita Lao y la doctoranda en el mismo centro, Lídia Garcia, en un pòdcast de UPC advierten que en el mundo se generan más de 50 millones de desperdicios electrónicos anuales, que contienen materiales altamente peligrosos para el medio ambiente, y que la elevada demanda de los metales con que se fabrican los aparatos electrónicos supone una explotación creciente de los recursos naturales.
"Solo en España, se originan cerca de un millón de toneladas de residuos electrónicos en|a el año, el equivalente a 75 campos de fútbol, y según algunos estudios, de todos estos residuos solo se recicla adecuadamente el 15%", asegura la UPC. Con el consumo vertiginoso que se hace actualmente de estos materiales calculan que las reservas mundiales de cobalto y litio se agotarán en un máximo de 20 años". Aquí está donde entran en juego estas bacterias.
Recuperación de los metales de los móviles
Estos microorganismos, que pueden separar los diferentes metales de los aparatos electrónicos, se extraen de la naturaleza, donde viven en condiciones muy extremas -concretamente, en condiciones muy ácidas, con pH muy bajo-, para cultivarlos en el laboratorio, donde se ponen en contacto con los residuos electrónicos. Lídia Garcia explica que es posible extraer metales como el cobre, el cobalto o el litio de los aparatos mediante un proceso biotecnológico denominado biolixiviación.
El EPSEM ya cuenta con una "planta piloto semiindustrial" capaz de llevar a cabo este proceso de separación y desde la UPC destacan: "Se trata de un sistema que se podría utilizar en centros de reciclaje para recuperar los metales y, así, reutilizarlos para fabricar nuevos aparatos y favorecer la economía circular y la resolución de la crisis de materias primas".
Así pues, no hay que sufrir para que una plaga de bacterias comemóviles infecten nuestros móviles y se les zampe. En cambio, nos encontramos delante de una posible para ampliar la vida útil de estos metales tan preciados en la actualidad. Sin embargo, ¿hay que confiar solo en estos microorganismos? Para reducir la cantidad de residuos electrónicos y evitar los efectos perjudiciales, Garcia aboga para reducir el consumo de móviles, ordenadores y otros artefactos y "tomar conciencia" en este sentido.