Una respuesta a una historia con muchas preguntas. Un equipo de investigadores internacionales, entre los cuales encontramos a un agente jubilado del FBI, ha completado una investigación de más de seis años para resolver el caso abierto más antiguo de la historia: ¿Quién traicionó a Ana Frank en 1944 mediante la revelación a la Gestapo de la dirección de su refugio en Amsterdam?
Un destacado notario judío de la capital neerlandesa, Arnold van den Bergh, habría revelado la dirección del Anexo Secreto, la extensión de atrás del edificio donde se escondían Frank y su familia, después de alcanzar un trato con los nazis a cambio de la seguridad de su propia familia. Es decir, el notario habría traicionado a los Frank "en defensa propia", de acuerdo con los resultados de la investigación publicados este lunes. Una teoría que el padre de la joven, Otto Frank, asumió como válida, pero que no quiso hacer pública por miedo al antisemitismo en la posguerra. Igualmente, la investigación todavía no ha sido revisada por expertos independientes.
Una traición "en defensa propia"
El equipo de investigadores revisó numerosos datos, registros perdidos e información de testimonios fallecidos. Entonces "ya que no hay pruebas de ADN o imágenes de vídeo en un caso tan antiguo, siempre habrá que confiar en la evidencia circunstancial". La teoría, sin embargo, "tiene una probabilidad de como mínimo el 85%", según ha defendido uno de los investigadores en la televisión pública de los Países Bajos, porque se basa en la copia de una nota anónima que fue entregada a Otto Frank después de la Segunda Guerra Mundial y que el equipo localizó entre los archivos de un oficial de policía.
El Consejo Judío había elaborado listas de direcciones de escondites con la intención de demostrar a los alemanes que estaba cooperando. Como miembro de este organismo, Van den Bergh pudo obtener este archivo de direcciones que después utilizó para intentar proteger a su familia. De hecho, parece que el notario hizo todo lo posible hasta conseguir un indulto temporal de la deportación.
Pruebas y más pruebas
La dirección llegó a manos de un oficial alemán de las SS, que encargó a sus agentes acudir el 4 de agosto de 1944 a arrestar a la familia de Ana Frank. Sin embargo, los investigadores admiten que todavía faltan pruebas concluyentes sobre cómo el notario filtró la dirección, así como quién escribió la nota anónima que convenció a Otto Frank sobre esta teoría.
El equipo de investigadores utilizó inteligencia artificial para buscar entre 66 gigabytes de información y encontrar, por ejemplo, conexiones entre las redadas en otros escondites, eliminando la teoría de que el descubrimiento fue coincidencia. Asimismo, utilizaron esta tecnología para hacer un mapa de los residentes del Anexo Secreto, que la joven Anne Frank describió en su famoso diario.