Cada empresa o cada puesto de trabajo, tiene unas normas concretas que tienen que seguir sus trabajadores y el Vaticano no es una excepción. La Santa Sede ha actualizado el reglamento que tienen que seguir aquellos que quieren trabajar, concretamente los interesados en trabajar en la Basílica de Sant Pedro. Los trabajadores de esta institución tienen que cumplir unos requisitos muy específicos, pero que están muy lejos de adecuarse a los tiempos que vivimos. Por ejemplo, los trabajadores, en caso de estar casados, tiene que estarlo por la iglesia, no podemos formar parte de organizaciones "incompatibles" con la fe cristiana y no pueden llevar piercings o tatuajes a la vista.
Estas medidas afectan a los trabajadores de la llamada Fábrica de Sant Pere, fundada en 1506, cuando el Papa Julio II inició la edificación de la nueva basílica vaticana. "La Fábrica de Sant Pedro ha sido la institución de la Santa Sede en la que se confió la reconstrucción y, sucesivamente, la conservación, manutención y uso de la basílica edificada sobre la sepultura del apóstol Pedro", explican desde el Vaticano.
"Un clima de fraternidad"
Este reglamento ha generado polémica porque es muy estricto y, el portavoz de la basílica de Sant Pedro, Enzo Fortunato, ha explicado que "la normativa favorece un clima de fraternidad y de confianza recíproca para acoger mejor a los peregrinos y visitantes. Se trata de cuidar con más responsabilidad este lugar, valorizar mejor los talentos de las personas que aquí trabajan y el mensaje de la basílica en vista del Jubileo 2025". El anterior reglamento era de 2001, en tiempo del papa Juan Pablo II, y el actual confirma las normas anteriores y añade de nuevas.
Las que más polémica han suscitado son las que afectan al "decoro": "El personal tiene que cuidar de su aspecto externo de acuerdo con las exigencias y las costumbres del entorno de trabajo. Los tatuajes visibles en la piel y los piercings corporales están prohibidos por respeto al decoro y el entorno de trabajo". Esta es una modificación del anterior reglamento, el de 2001, el cual indicaba solo: "Todo el personal está obligado a cuidar de su aspecto exterior de acuerdo con las exigencias y las costumbres del entorno de trabajo". ¿Cómo justifica el portavoz de la basílica estas modificaciones? Pues asegurando que son para "valorizar la originalidad y la belleza del rostro y de las manos de cada persona".
Profesar la fe católica
Además de las normas que afectan a la vestimenta, para formar parte de la Fábrica de Sant Pere, hace falta "profesar la fe católica y vivir según sus principios", "presentar un certificado de compromiso religioso, moral y civil expedido por el rector u otra autoridad religiosa" y, en el caso de estar casado, es obligatorio "mostrar el certificado de matrimonio canónico".