Un mando de la Guardia Urbana encontró un proyectil de precisión de foam de los Mossos d'Esquadra en el Passeig de Gràcia, junto a la calle Casp. Es muy cerca de donde hirieron a Ester Quintana. El agente guardó el proyectil y días después lo llevó a la comisaría al ver que había saltado a la luz el caso.
En la séptima sesión del juicio, el policía, que formaba parte del dispositivo de Tráfico de la Guardia Urbana, ha explicado que dando una vuelta de reconocimiento a la zona vio el proyectil: "Lo vi, lo recogí y lo guardé". Explica que sintió curiosidad por tener uno de los proyectiles de precisión de las nuevas armas de los Mossos d'Esquadra que no había visto nunca de cerca. "Me llamó la atención porque era un proyectil nuevo que sólo había visto en la prensa", ha dicho. Lo guardó dentro del coche y cuando surgió el caso Quintana y las diferentes versiones decidió llevar el proyectil a la comisaría: "En el momento en que veo la complejidad de este incidente yo consideré que es lo que tenía que hacer".
El proyectil aporta un elemento nuevo y se gira contra la tesis de la acusación que siempre ha defendido que lo que hirió a Quintana fue una pelota de goma. Y por lo tanto, juega a favor del escopetero acusado porque con su arma no se pueden tirar estos tipos de proyectil.
¿Dónde está la bolita?
El juicio del caso Quintana está poniendo de relieve las carencias de la investigación policial y las múltiples versiones, ya no sólo del Departament de Interior, sino de los mismos policías.
Este jueves han declarado dos agentes de paisano que hicieron la minuta, el informe que se redacta la misma noche de los hechos. En un primer momento afirmaron que se habían tirado pelotas de goma, y así figura en el escrito. Pero la minuta se modificó para puntualizar que donde ponía pelotas se referían a detonaciones:
—¿La minuta hacía referencia a que unos agentes antidisturbios dispararon pelotas?
—Nos queríamos referir a detonaciones. Se rectificó la minuta en sede judicial.
El escopetero de la 414 bajo sospecha
Los agentes que iban en la furgoneta Dragón 414 son los que están expedientados por mentir en el relato de los hechos. Todo lo que explican estos días en el juicio se pone en cuestión. El juez de instrucción no quiso aceptar un informe escrito por uno de los imputados donde explicaba que los agentes de la 414 sí que habían bajado de la furgoneta y que uno de ellos disparó. Con todo, su versión inicial no concuerda con nada.
Por este motivo, hoy el juez ha alertado al escopetero de la 414 que todo lo que dijera en su declaración lo podría incriminar. El juez Josep Grau lo ha avisado así: "Como se está valorando la capacidad que el disparo saliera de su escopeta, tiene derecho a no responder a ninguna pregunta que lo pueda incriminar". La advertencia no se ha hecho con ninguno de los otros testigos que han declarado a lo largo de todo el juicio.
El escopetero siempre ha mantenido, y así lo ha ratificado en el juicio, que cuando llegaron al Passeig de Gràcia con Gran Via bajó de la furgoneta sin la escopeta porque le dolía la espalda. También ha dicho que oyó dos salvas consecutivas, pero que no sabe ubicarlas.