Los datos sobre el uso del catalán en la justicia publicados hace algunas semanas por el Departamento de Justicia pusieron luz a una realidad chocante: según dejan vislumbrar los números, en Catalunya la justicia habla castellano. Las dos cifras más impactantes son las referentes al número de sentencias y demandas redactadas en catalán: sólo un 7% del total en el caso de las primeras y un 6% del total en el caso de las segundas. Según los abogados, las demandas se redactan en castellano porque la mayoría de jueces son de fuera de Catalunya; los jueces, sin embargo, entienden perfectamente el catalán y, en caso de no entenderlo, pueden hacer uso de un traductor. ¿Por lo tanto, qué es antes, el huevo o la gallina? ¿Qué pez se come la cola en este enredo? A lo largo de las últimas semanas nos hemos propuesto descubrirlo, por eso hablamos con jueces y abogados, salimos a la calle para preguntar a la ciudadanía si era conocedora de sus derechos lingüísticos y hoy, en el tercero y último episodio de la serie, hemos ido a los juzgados para explorar cúal es el conocimiento de catalán entre los funcionarios de la Administración de Justicia. Este vídeo señala la respuesta.

 

¿Cuál es la lengua reina en el sistema de tramitación judicial e-justícia.cat?

El año 2021, el 7,97% de los documentos (resoluciones judiciales + trámites) generados con el sistema e-justícia.cat fue en catalán. ¿Qué es e-justicia.cat? El sistema informático de tramitación procesal con el cual trabajan la práctica totalidad de juzgados de los ámbitos civil, contencioso administrativo, social, mercantil y secciones civiles de las audiencias. Además, es un sistema que permite tener datos muy exactos de la lengua en que se tramita la documentación por demarcación y tipo de documento. Con este actual sistema, todos los documentos que se utilizan en la oficina judicial están actualizados, tanto en catalán como en castellano, y se generan a partir de plantillas ya preparadas. Por lo tanto, hay poco espacio para el texto libre, cosa que permite tramitar los documentos sin tener que redactar mucho texto. Por lo tanto, esta nueva situación deja los juzgados en una clara situación de disponibilidad por atender en catalán. Y a pesar de eso, sólo un 8% de los documentos generados es en catalán. ¿Por qué?

Montserrat Sagalés, jefa del Gabinete Técnico del Departamento de Justicia / Foto: Carlos Baglietto

Vamos al origen. Tal como señala Montserrat Sagalés, jefa de Gabinete Técnico del Departament de Justícia, "la normativa vigente reconoce el derecho de la ciudadanía a relacionarse con la Administración de Justicia en la lengua oficial que prefiera". Teniendo en cuenta que los usos lingüísticos en la justicia son abrumadoramente mayoritarios en castellano, este derecho de opción lingüística, legalmente reconocido, tiene varias dificultades prácticas para poder hacerse efectivo con respecto al catalán. Para atender esta situación, en el 2019 y en el 2020 se empezó a desplegar el módulo de opción lingüística e-justícia.cat, pero no ha sido hasta el 2021 que se ha implantado a la totalidad de órganos judiciales que actualmente trabajan: juzgados de primera instancia, contenciosos, sociales y mercantiles.

Esta aplicación permite que las partes en el procedimiento judicial puedan manifestar su opción lingüística de una manera más fácil y ágil. Esta mejora, pues, traslada al ámbito del trabajo informatizado y de la comunicación telemática entre la Administración de Justicia y los profesionales la garantía del derecho de opción lingüística que prevé la legislación. "La implantación de estas nuevas funcionalidades informáticas en el e-justícia.cat facilita que la ciudadanía, a través de los abogados y procuradores, pueda escoger la lengua de las notificaciones en el procedimiento, "pero sobre todo, guía el personal de los juzgados a atender el derecho de opción lingüística que han indicado las partes", recuerda Xavier Cervera, tramitador procesal en los Juzgados de Manresa.

Módulo práctico: estudiar catalán y utilizarlo en el trabajo

"Desde el 2017 se ofrece la posibilidad de hacer el curso de nivel C1 o de lenguaje jurídico mediante un módulo práctico de utilización del catalán en el puesto de trabajo", comenta Xavier Barberà Mir, lingüista y dinamizador del Servicio Lingüístico del Departament de Justícia. Los alumnos se comprometen a utilizar el catalán en la documentación que utilizan en el trabajo diario en el juzgado y "si siguen los requisitos de participación establecidos, quedan exentos de realizar un ejercicio del examen final del curso", asegura. De esta manera, por lo tanto, se consigue vincular la adquisición de la competencia lingüística de estos niveles con la puesta en práctica de los conocimientos en la redacción de documentos en el puesto de trabajo.

Xavier Barberà Mir, lingüista. / Foto: Carlos Baglietto

La buena noticia no sólo es que los alumnos que escogen esta opción aprueban en un porcentaje bastante destacable por encima de los que no se acogen. La gran noticia es el balance general de todo: las inscripciones continúan en valores ascendentes en|a años anteriores. "En el 2021, ha habido 767 inscritos, de los cuales 476 han finalizado el curso, por ejemplo", asegura Rosa Lizandra, jefe del Servicio Lingüístico del Departament de Justícia. Las personas que finalizan el curso tienen derecho a presentarse al examen oficial con certificación del Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada (CEJFE). De las 476 con este derecho, 231 obtuvieron este año el certificado oficial acreditativo del nivel después de presentarse a la prueba.

La justicia en catalán, en Catalunya, no tendría que ser una anomalía"

La frase es de Xavier González de Rivera, magistrado del Juzgado de lo Social 3 de Barcelona y miembro de Àgora Judicial. Afirma que trabaja "siempre en catalán" y que no ha tenido nunca ningún problema para hacerlo, ya que el Servicio Lingüístico de la Administración de Justicia atiende las solicitudes de traducción, corrección y asesoramiento lingüístico de la totalidad de oficinas judiciales de Catalunya. ¿"Queréis un dato bueno"?, nos dice Lizandra. "El año 2021, se atendieron un total de 1.093 solicitudes de traducción del castellano al catalán, en contra de 892 del catalán al castellano". Es decir, cada vez más profesionales y ciudadanos reclaman relacionarse con la justicia plenamente en catalán, sea con documentos finales que se tienen que notificar y que se han redactado originalmente en castellano, pero también a colecciones de documentos que el juez o el letrado tiene de modelo y necesita tener en catalán.

Rosa Lizandra, jefa del Servicio Lingüístico. / Foto: Carlos Baglietto

"Como letrada, el curso de nivel J o herramientas como el compendium.cat me han ayudado mucho a trabajar en catalán", confiesa Marta Boneta, letrada de los Juzgados de Gavà. "Pero no sólo eso, sino que herramientas como estas han permitido que cada vez sean más los profesionales llegados de a menos que se atrevan a trabajar en catalán; yo tengo un compañero de Murcia que trabaja siempre en catalán". Como el compañero en cuestión hace trabajo en el despacho del lado, nos acercamos: se llama Antonio Torres, es de Jumilla, hace tres años que vive en Catalunya y también es letrado. Y sí, procura trabajar siempre en catalán. "Los malos datos sobre el uso del catalán a la justicia no pueden argumentarse siempre con que los jueces no lo entienden o que la mayoría de estudiantes de Derecho cursan buena parte de sus estudios en castellano, porque yo soy no nací aquí y también lo estudié todo en castellano, y trabajo en catalán", comenta. "Para los catalanes que lo deseen, la justicia no sólo tiene que poder ser en catalán: es que ya lo es. No toda la justicia habla castellano", concluye. Quizás no hace falta decir nada más. O sí: que la lengua no ralentiza ni acelera ningún trámite judicial. Y por descontado, que la lengua nunca modifica una sentencia.