El rapero Pablo Rivadulla —Pablo Hasel— ha asegurado este jueves durante su juicio en la Audiencia Nacional que él se limita a exponer a sus canciones y tuits "hechos objetivos" que considera "injustos" y a defender "derechos democráticos". "Si fuera un fascista que desea bombas a catalanes, homosexuales o inmigrantes, no estaría aquí sentado", ha denunciado.
Hasel, que ha apuntado que el juicio demuestra que no se respeta la libertad de expresión en el Estado, ha defendido sus manifestaciones sobre la monarquía, la policía y el Estado, y ha justificado que exprese su apoyo a miembros de los GRAPO y ETA que considera referentes como "comunista". "Para mí son ejemplos de resistencia, y eso no cambiará aunque me condenen a prisión", ha sentenciado.
En este sentido, también ha afirmado que los límites a la libertad de expresión siempre se imponen a los mismos porque "si fuera un fascista que desea bombas a catalanes, homosexuales o inmigrantes, no estaría aquí sentado".
La Fiscalía pide para él dos años y nueve meses de prisión y una multa de 40.500 euros por delitos de enaltecimiento del terrorismo y de calumnias e injurias contra la Corona y las instituciones del Estado. Lo acusa por el contenido de 62 mensajes de Twitter y una canción publicados entre 2014 y 2016. Hasel ya fue condenado por enaltecimiento del Terrorismo en el 2014 y podría afrontar cinco años de prisión en caso de no pagar la multa.
"Medio país piensa lo mismo"
Hasel no se ha retractado del contenido de sus publicaciones y ha criticado que se pretenda condenarlo por relatar con sus canciones y mensajes hechos que son públicos. Por este motivo, y con respecto a sus apelativos al rey emérito —a quien tacha de 'borracho tirano' y 'capo mafioso'— ha afirmado que "medio país piensa lo mismo".
"Yo los acuso con estos apelativos porque hay numerosas pruebas de que el dinero público ha silenciado fiestas y amantes como Bárbara Rey, y a mí para relatar eso se me pide prisión", ha afirmado. Según el rapero, sus canciones relatan "hechos objetivos" que han aparecido publicados también en todos los medios de comunicación en los últimos años, como se demuestra simplemente tecleando "Juan Carlos de Borbón en Google".
Con respecto a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en los que define como "mercenarios y asesinos", Hasel ha recordado los asesinatos en el Carajal de 15 inmigrantes. "Hay pruebas y numerosas acusaciones", ha dicho, y "el propio Tribunal Europeo de los Derechos Humanos ha señalado el Estado para no investigar las torturas". También ha justificado su apoyo a miembros de los GRAPO y ETA por considerarlos como referentes de la lucha comunista, aunque no ha expresado en ningún momento apoyo a la violencia.
Vulneración de la "reputación" de la Corona
Por lo contrario, la fiscal Ana Noé ha asegurado que la libertad de expresión "tiene una serie de límites que no tienen" que ser flanqueados y ha apuntado que Hasel con sus comentarios "ha vulnerado la reputación" de la Corona y las instituciones del Estado. Según la fiscal, con sus mensajes Hasel incita a la violencia y no "se limita" apoyar su ideología, sino que "ha llevado a cabo un intento de movilización social" en el marco de movimientos "anarco-insurreccionalistas".
La defensa ha asegurado que los tuits y canciones de Hasel están amparadas dentro de la libertad de expresión y ha afirmado que no se puede considerar como enaltecimiento del terrorismo las muestras de apoyo a personas que están en la prisión o que han sido asesinadas por la policía. Sus mensajes, ha afirmado la defensa, "no son inventos" sino la plasmación de la "realidad sociológica" y manifestaciones sobre personas "públicas".
El juicio ha quedado visto para sentencia.