Durante todo el verano se han ido sucediendo las quejas, especialmente a las grandes ciudades de Catalunya y del resto del Estado, sobre la elevada presencia de ratas en las calles. Ahora, los datos de la Asociación Catalana de Empresas de Salud Ambiental (ADEPAP), confirman lo que ya era una sospecha: las ratas han sido la plaga más numerosas de este verano. Así lo ha denunciado la asociación, advirtiendo que los efectos de la pandemia y las últimas restricciones al uso de raticidas han provocado que los roedores "se hayan hecho suyas las calles de las grandes ciudades".
Durante la pandemia y especialmente en su primer periodo de confinamiento, cuando las calles estaban prácticamente vacías, las ratas se acostumbraron a "pasear a su aire", una situación de privilegio que no han querido abandonar y que ha provocado una situación de descontrol, según los expertos del ADEPAP, que supone un peligro por la posible transmisión de enfermedades de las ratas a los humanos. El problema no solo reside en el hecho de que estas son "más visibles" y numerosas, sino que su actitud ha cambiado desde la libertad que les dio la pandemia. Ahora son "más atrevidas" y han perdido el miedo al contacto con las personas, tal como explican los expertos.
Restricciones del uso de los raticidas
Aunque en los últimos años ya se había notado un incremento de incidencias tanto con la rata gris (Rattus norvegicus) como con la rata negra (Rattus rattus) en los entornos urbanos, ahora el problema se ha agravado por las restricciones de uso de algunos productos biocidas. Esta prohibición ha sido fruto de una regulación de la Unión Europea motivada por el exceso de os que hacía la ciudadanía. "No poder utilizar estos biocidas hace que cada vez sea más complejo mantener las poblaciones bajo los umbrales de tolerancia establecidos", expone el ADEPAP en un comunicado. Según su presidente, Quim Sendra, el verdadero problema es que cualquier particular puede comprar un raticida en un supermercado y hacer un mal uso, y eso ha hecho que la normativa europea sea cada vez más restrictiva.
Transmisión de enfermedades
En este sentido, el experto considera que "lo que habría que restringir, en todo caso, es este uso no profesional y, en cambio, dejar que los expertos hacemos nuestro trabajo, ya que conocemos perfectamente como atacar las plagas de manera completamente segura para el medio y para las especies que no son objetivo". Eso es importante, por el hecho de que un aumento de la presencia de ratas puede ser peligroso para los humanos, porque pueden transmitir enfermedades de animal a persona y viceversa.