El incendio forestal que el jueves pasado se dio por extinguido en Ciutadilla, en Lleida, se ha reavivado este domingo por la tarde y finalmente ha podido ser estabilizado después de tres horas. Se ha producido una reanudación del flanco derecho favorecida por el viento de poniente que ha quemado masa forestal y unos campos de cereales, pero que los Bombers de la Generalitat han podido controlar antes de que llegara a la Vall del Corb. El aviso del fuego ha llegado hacia las tres y media, y ha activado 36 dotaciones terrestres, seis helicópteros y cuatro aviones de vigilancia y ataque que se desplazaron hasta el lugar, a la altura del kilómetro 59 de la carretera C -14. Pese a sus esfuerzos, las llamas han saltado la carretera, obligando a cortar la circulación en ambos sentidos de la marcha. Ahora mismo, los bomberos han detenido la progresión en descendiente de la cabeza y flanco derecho del incendio, que se declaró originalmente el pasado miércoles y afectó a una superficie de 273 hectáreas.
El miércoles pasado, Protecció Civil activó la alerta INFOCAT y pidió el confinamiento de los núcleos urbanos de Ciutadilla y Nalec, cuyos vecinos recibieron la orden de aislamiento a través de un mensaje del móvil. Hoy, de momento, no se ha tomado esta medida, pero preocupa que el fuego haya comenzado a quemar después de tres días apagado. Desde los Agents Rurals han estimado la superficie afectada en esta reavivada en 10,4 hectáreas, cifra que podría aumentar durante las próximas horas.
La chispa de una máquina, la principal hipótesis del origen del fuego
El fuego comenzó en un campo de cultivos, y la principal hipótesis es que se debiera a una chispa de una de las máquinas de recolectar. Ahora, como el primer día, el fuego afecta a campos de cereales y ha llegado a masa forestal, hecho que provoca que, junto con el viento, avance con fuerza. De hecho, están en el sitio, dando apoyo a los Bombers, efectivos del Grup Especial de Prevenció d'Incendis Forestals (GEPIF) y de la Agrupació de Defensa Forestal (ADF). El jueves, cuando se dio por extinguido, los Agents Rurals habían calculado una superfície afectada de 209 hectáreas, de las cuales 65 eran forestales, 143 agrícolas y solo 0,22 de suelo urbano. De momento, los efectivos continúan atacando prioritariamente el flanco derecho y la cabeza del incendio.