El tiempo lo cura todo, dicen, pero diez años no son nada si has perdido un ser amado. Familiares y amigos han recordado esta mañana, en un acto en la T2 del Aeropuerto del Prat, a sus víctimas del vuelo de GWI 9525 de Germanwings, un Airbus A320-200 que salió de Barcelona en dirección Düsseldorf y que el copiloto Andreas Lubitz, que sufría graves problemas psicológicos, estrelló a gran velocidad contra una zona montañosa del municipio de Prats de Blèuna (Provenza), en los Alpes franceses. Este lunes 24 de marzo se cumplirá el décimo aniversario de esta tragedia que provocó una de las peores catástrofes aéreas en Europa, y que causó una gran conmoción en la sociedad catalana. El vuelo llevaba a 150 personas a bordo entre pasajeros y tripulación, 51 de ellos españoles, de los cuales 40 eran de origen catalán y valenciano. No hubo supervivientes.

El recuerdo a las víctimas sigue muy vivo. Aunque hayan pasado diez años, "la luz" de las personas que murieron "nunca no se apagará". "Recordarlos nos alivia, pero también nos provoca lágrimas", ha asegurado Lourdes Bonet, presidenta de la Asociación de afectados del vuelo GWI 9525 de los Alpes, que constituyeron las 46 víctimas afectadas con la finalidad de aclarar las causas del siniestro, exigir responsabilidades y promover la mejora de medidas legislativas para evitar nuevas tragedias. Y es que entre las víctimas había 70 ciudadanos alemanes, además de pasajeros de otras nacionalidades, y entre aquellas víctimas mortales había vecinos de Cornellà del Terri, Banyoles, Amer, Olot, Girona, Sant Cugat del Vallès, Mollet del Vallès, Badalona, Argentona, Tiana, Premià de Mar, Mataró, Barcelona, Pallejà, Sant Just Desvern, Sabadell, Sitges, Tona, Reus, Lleida y Torrent (País Valencià).

Homenaje con representantes institucionales

El homenaje a las víctimas se hace cada año en la intimidad, pero que en esta ocasión ha tenido una mayor dimensión coincidiendo con la fecha redonda de la efeméride. El acto que se ha celebrado delante del monolito y la placa conmemorativa que hay delante del mural de Miró de la T2 ha sido sencillo y sobrio, con ofrendas florales de los asistentes, pero esta vez ha contado con las personalidades políticas del país, con la presencia del president de la Generalitat, Salvador Illa, el president del Parlament, Josep Rull, y también de Artur Mas, que era el president de la Generalitat cuando se produjo la tragedia, y también del delegado del Gobierno, Carlos Prieto, además de representantes de cuerpos policiales, del consulado de Alemania en Barcelona y de Lufthansa, la compañía de la cual era filial Germanwings (actualmente opera con el nombre de Eurowings). Algunos de los familiares y amigos de las víctimas viajan este domingo hacia Francia para asistir a los actos de carácter privado que se celebrarán el lunes con motivo del décimo aniversario del siniestro. Entre los actos previstos en Francia, hay una ofrenda floral en el cementerio de Le Vernet y un minuto de silencio a las 10.41 h, el momento en el cual el 24 de marzo del 2025 el avión desapareció del radar.

 

En su parlamento, Lourdes Bonet ha recordado el trabajo hecho por la asociación, y las mejoras de las medidas legislativas conseguidas para "evitar que un suceso como este no vuelva a pasar nunca más", como por ejemplo que en el Estado español desde el 2022 las bajas médicas sean comunicadas directamente vía médico y empresa. De esta manera, quieren evitar que se repitan hechos como los que pasaron en el 2015, ya que el copiloto que estrelló el avión de Germanwings se encontraba de baja en aquel momento, pero lo escondió a la empresa al no haberlo comunicado. Bonet, sin embargo, pide que se haga extensiva esta medida también en el ámbito europeo, en todos los países de la UE, y por eso pide la colaboración del Gobierno. "Pedimos que nos ayude a impulsarlo", ha afirmado Bonet.

El presidente Illa ha agradecido el trabajo de la asociación y los hitos que ha conseguido en este tiempo para "ayudar a sacar lecciones de lo que pasó hace diez años para que no vuelva a evitar" como "los cambios legislativos y las comunicaciones de las bajas médicas", y ha asegurado que una de estas lecciones es que "la vida no está en nuestras manos" y por eso hay que vivir "el presente y el futuro". Artur Mas, por su parte, ha expresado respeto "por el dolor y la tristeza inmensa" para los familiares y amigos y ha recordado la movilización de aquellos días desde Catalunya y el resto de España y Francia. Así, ha recordado el desplazamiento y activación de psicólogos, médicos forenses y voluntarios en aquellos momentos "tan duros". "Recuerdo, respeto y solidaridad", ha apuntado. Mas ha concluido su intervención diciendo que la vida es "un contraste" y por eso, ha dicho, hoy también se celebra.