La red se ha transformado una vez más en campo de batalla en torno a la denuncia del músico Quimi Portet de que un camarero de la naviera Baleària se negó a atenderlo en catalán durante un viaje entre Eivissa y Formentera. Esta selección de tuits arranca con la serie del filósofo Jordi Graupera, doctorando en una universidad de Nueva York:

Algunos han exigido a Abel Matutes Prats, hijo de Abel Matutes, cuyo grupo es propietario del 42,5% de Baleària, que se pronuncie, cosa que ha hecho muy a gusto: 

Juan Carlos Girauta, diputado de Ciudadanos por Barcelona, ha aprovechado para señalar a la jefa de prensa de Baleària como "una fanática". Otros han seguido esta línea:

La asociación unionista ultra "Dolça Catalunya" se ha sumado a la campaña de acoso a la jefa de prensa de Baleària con una entrada en su blog titulada: "Esta es la fanática jefa de Balearia que quiere echar al camarero que no sabe hablar catalán. Una nacionalista pata negra que ni siquiera es de Baleares."

El exdirector de El Mundo también ha terciado en la polémica: