El gobierno catalán está trabajando en una reforma del Código Civil catalán para sustituir las expresiones sexistas y eliminar figuras jurídicas que estigmaticen a las mujeres, además de fomentar la paridad en la dirección de fundaciones y asociaciones con participación pública. Un equipo de juristas especialistas en derecho civil trabajan desde finales del año pasado para reformar la redacción de los seis libros que componen el Código Civil catalán, una legislación con la cual Catalunya cuenta desde hace siglos y que peca de expresiones que revelan una concepción heteropatriarcal del derecho.
La consellera de Justícia, Ester Capella, impulsó la comisión paritaria que tiene que hacer la reforma nada más entrar en el departamento y los últimos seis meses se ha trabajado ya en el borrador. "La legislación civil se tiene que parecer a la sociedad que quiere regular", dice la consellera. "Es un paso más, un avance importante", destaca Capella.
Y es que lo que hace 17 años era un principio general socialmente aceptado, ahora se ha convertido en una expresión claramente discriminatoria. Ahora mismo el Código Civil se refiere a "hombre", cuando quiere decir "hombre y mujer". De hecho, lo especifica así: "Se entiende que las denominaciones de género masculino referidas a personas incluyen a mujeres y hombres, a menos que del contexto se deduzca lo contrario". A pesar de la evolución hacia un lenguaje más feminizado e igualitario, los seis libros del Código Civil están empapados por el androcentrismo endémico de los textos legales.
Entre los años 2002 y 2017, el Parlament ha ido regulando los seis libros que componen el Código Civil de Catalunya, normativa que afecta a cuestiones como la familia, las sucesiones, las asociaciones, la propiedad y los contratos, pero la revisión que ahora se está llevando a cabo con mirada de género ha puesto al descubierto que su redactado usa un lenguaje no inclusivo y contiene artículos con una visión machista de la sociedad.
Expresiones como "el concebido", "el administrador", "el campesino", los "socios" o "el promotor" se substituirán por términos inclusivos, palabras neutras ―"persona", "ciudadanía" o "campesinado"―, un redactado con términos binarios, en masculino y femenino, u otras fórmulas no discriminatorias.
La Comisión de Codificación de Catalunya es quien se encarga de la revisión y la modificación. Por primera vez es también una comisión paritaria integrada por 8 hombres y 8 mujeres. Dentro está la sección de armonización que es quien está trabajando el detalle de la igualdad dentro del Código Civil. Y de la nueva redacción se hace cargo María del Carmen Gete-Alonso y Elena Luroba, codirectoras del Grupo de Trabajo de Género de la Comisión de Codificación de Catalunya, de la que también forman parte las profesoras Cristina González Beilfuss, Montserrat Tur Racero, María José Urzaiz y Albert Ruda.
La criminalización de las mujeres
Otra de las reformas del Código que prevé el Govern ―que llevará el muevo redactado al Parlament con la intención de que esté aprobado en un año― es suprimir el concepto conocido como "exceptio plurium concubentium", que establece que en las reclamaciones de paternidad no es suficiente con demostrar que la madre ha tenido varias relaciones sexuales durante el periodo de concepción.
En un momento en que la ciencia garantiza un 99% de fiabilidad en las pruebas de ADN, el Govern eliminará aquel concepto jurídico, que cree que tiene connotaciones negativas para la mujer, de manera que las reclamaciones de paternidad se resuelvan principalmente a través de los análisis biológicos. Ahora el Código Civil permitía a un hombre poner en duda su paternidad si la mujer había estado con otros hombres. De hecho, era un argumento de peso, y aunque había que demostrarlo, el simple hecho de alegar la promiscuidad de una mujer ya la criminalizaba.
El borrador de la reforma del Código Civil incluirá además en el libro segundo, dedicado a la persona y la familia, una declaración que establece que corresponde a las mujeres "la decisión sobre la interrupción voluntaria de su embarazo", en las condiciones que establezcan las leyes.
Paridad en los órganos de gobierno
Con la finalidad de promover la paridad en los órganos de gobierno de las entidades, la revisión feminista del Código Civil obligará a las asociaciones y fundaciones con participación mayoritaria de la Generalitat a contar con el mismo número de hombres que de mujeres en sus patronatos o juntas directivas. La paridad, siempre que encaje con el objeto social de las organizaciones, será obligatoria en el caso de las asociaciones o fundaciones declaradas de utilidad pública.
Dos expertas civilistas, María del Carmen Gete-Alsono y Elena Lauroba, han dirigido los trabajos de feminización del Código Civil catalán, para lo cual han tenido en cuenta revisiones similares llevadas a cabo en países de nuestro entorno.
Durante los próximos días, está previsto que la Comisión de Codificación de Catalunya ―órgano externo encargado de desarrollar y revisar el Código Civil catalán que desde esta legislatura es paritario― lleve al Consell de Govern la memoria preliminar del anteproyecto de ley, que elDepartament de Justícia confía en que tire adelante en el Parlament dados los consensos que suele suscitar esta materia entre los partidos.