Las reservas de agua en las cuencas internas de Catalunya están bajo mínimos. En estos momentos, los embalses y acuíferos se encuentran al 33% de su capacidad, unos datos que no se veían desde la primavera del 2008, cuando Catalunya vivió uno de los episodios más extremos de sequía y las reservas de agua se quedaron al 30%. Ahora, la sequía que atravesamos desde hace meses ha dejado las reservas de agua de Catalunya a unos niveles que no se veían desde hacía catorce años y eso ha obligado a adoptar medidas extremas en algunos puntos del país. La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha decretado el estado de alerta por sequía en un total de 514 que pertenecen a 27 comarcas. De esta manera, 6,7 millones de catalanes sufren ahora restricciones en el uso de agua como la reducción de agua para riego agrícola (25%), para usos ganaderos (10%), para usos industriales (5%), para usos recreativos que impliquen riego (30%) y otros usos recreativos (5%).
🗺️ MAPA | Los municipios con restricciones de agua por la sequía en Catalunya
A causa de los niveles de las reservas de agua, hay 13 unidades de explotación de las cuencas internas de Catalunya que se encuentran en alerta. Este viernes se han sumado a la lista los embalses de Darnius y del Ter-Llobregat —los últimos tienen un estado pluviométrico de sequía extrema, según los datos del ACA. La situación en los diferentes embalses de Catalunya, sin embargo, no es homogénea y hay lugares donde la situación es mucho más crítica. Es el caso del pantano de Siurana (Priorat), que registra las peores cifras desde el 2000 —solo tiene un 8% del agua que puede almacenar, unas cifras un 86% por debajo de la media de los últimos 10 años. Por otro lado, el embalse de Rialb, de la Cuenca hidrográfica del Ebro, es el que tiene los peores valores con respecto a la media de los últimos 10 años —está al 6,19%, la cifra relativa más baja de Catalunya, y está un 88% por debajo de lo que suele ser habitual en estas fechas.
El pantano de Foix (Anoia) también atraviesa momentos difíciles, siendo los últimos datos del ACA los terceros peores desde el 2000 —las reservas están al 72,3% y, a pesar de no ser los peores valores de Catalunya, solo en dos otras ocasiones se han superado estas cifras. En la siguiente tabla podéis ver cuál es el estado de la sequía en los municipios de las cuencas internas de Catalunya según las diferentes alertas de la Agencia Catalana del Agua.
Un año seco en Catalunya
Los episodios de sequía no son un fenómeno inusual en Catalunya a causa del clima de la región, aunque los efectos del cambio climático pueden hacer que estos episodios sean cada vez más habituales. Entre 1999 y el 2003, por ejemplo, ya sufrimos una sucesión de años que no fueron especialmente secos, pero provocaron varios episodios de alerta por sequía por la falta de lluvias continuada. Entre en abril de 2007 y en mayo de 2008 pasamos otro episodio de sequía muy grave, y el dato más crítico se alcanzó a finales de marzo de 2008, cuando los embalses del sistema Ter-Llobregat llegaron en torno al 20% de sus reservas. Entonces, también se tuvieron que tomar medidas, la población sufrió restricciones y se cortó el agua destinada a ciertos usos específicos.
La precipitación de este año pluviométrico —desde el otoño del 2021 hasta el verano de este 2022— ha sido poca, pero en el contexto de los años precedentes no ha resultado ser tampoco de los años más secos. Según los datos históricos del observatorio Fabra, este año ha sido el 7.º año más seco de los últimos 109 años.
En otros puntos del territorio, los datos han sido similares o peores: este ha sido un año de entre los diez más secos en Figueres (Alt Empordà), Artés (Bages), Lleida (Segrià), Igualada-Òdena (Anoia), Moià (Moianès), y sobre todo en Oliana (Alt Urgell), donde ha sido el tercero más seco de los últimos 72 años. Por eso, la poca presencia de lluvias ha afectado de manera directa al estado actual de los embalses y acuíferos y ha habido que extremar las medidas. Ahora, a menos de un mes que empiece el invierno, una de las estaciones menos lluviosas en Catalunya, hay que estar alerta sobre cómo evoluciona la sequía y tomar precauciones para hacer un uso adecuado del agua que tenemos